Doctrina de la Fe retira un libro de Marciano Vidal en Argentina

Marciano Vidal teólogo moralista español

La obra del moralista lleva varias ediciones en Brasil sin veto alguno

Marciano Vidal teólogo moralista español

El moralista Marciano Vidal

WASHINGTON URANGA. BUENOS AIRES | Dos libros que abordan temas de sexualidad y familia –uno de ellos de Marciano Vidal–, editados por la editorial San Pablo, de la congregación religiosa del mismo nombre, dejaron de circular en Argentina después de que la Congregación para la Doctrina de la Fe determinara que “contienen opiniones contrarias a la doctrina de la Iglesia acerca de la sexualidad”.

Se trata de Sexualidad y condición homosexual en la moral cristiana, del teólogo católico español Marciano Vidal, y Parejas y sexualidad en la comunidad de Corinto, del pastor metodista argentino Pablo Manuel Ferrer, profesor en el Instituto Superior de Estudios Teológicos de Buenos Aires.

La decisión de no vender más ambos títulos fue adoptada por el superior regional, Agustín Cortés García, tras recibir una orden directa de su superior general, Silvio Sassi, para “retirar los libros de los comercios”, “sacarlos de los catálogos”de la editorial y “prohibir la publicidad en las publicaciones de la Sociedad de San Pablo”.

Marciano Vidal libro polémica Argentina 'Sexualidad y condición homosexual'

'Sexualidad y condición homosexual', de Marciano Vidal, el libro de la polémica

El trabajo de Vidal había sido publicado en Brasil en 2008 por la editorial católica Santuario, la misma que habitualmente edita los trabajos de la Conferencia Nacional de los Obispos (CNBB) de ese país. Allí la obra no recibió objeciones, fue reeditada y hoy se sigue distribuyendo sin impedimento alguno por parte de la Iglesia local.

En su libro, el redentorista Vidal realiza un repaso histórico sobre la moral sexual en general y sobre el tema de la condición homosexual en particular. Y sostiene que “la sexualidad es una gran riqueza de la condición humana” que “no puede ser desaprovechada ni, mucho menos, ha de ser utilizada en contra del bien de los individuos y de la sociedad”.

La nota de Doctrina de la Fe no argumenta a qué se refiere con “opiniones contrarias a la doctrina de la Iglesia” ni las razones por las que pueden causar “confusión” a los fieles. De tal modo que, según aseguró en una carta pública Andrea Hojman, directora de la colección ‘Senderos bíblicos’, a la que pertenecen los dos libros retirados del mercado, lo que sintió ante la medida fue “una mezcla de extrañeza, dolor, absurdo, vergüenza”.

Denuncias anónimas

Aunque ambas obras fueron editadas en 2010, los hechos se precipitaron desde que se publicitaron el 17 de abril y el 29 de mayo de 2011 en el boletín El domingo, distribuido en todas las parroquias del país.

A raíz de esos anuncios, algunos católicos –no identificados por el Vaticano– enviaron a Roma denuncias que fueron tomadas en consideración por Doctrina de la Fe, hasta el punto de exigir a la Sociedad de San Pablo “remediar cuanto antes la situación, que es causa de confusión entre los fieles, e informar a este Dicasterio de las medidas que se adopten”.

Para Hojman, “la cadena de cartas que llaman al silencio y obligan a la desaparición no hacen más que recordarme los años de terror y oscuridad que vivimos en Argentina durante la última dictadura cívico-militar-religiosa”. Y agrega que, en este caso, se trata de “un aparato de control ideológico capaz de cruzar continentes, persuadir epistolarmente y hacer sentir la autoridad sobre las conciencias”.

Educación sexual

“El Estado pretende imponer en la transmisión de esta asignatura [educación sexual] criterios inspirados en la ideología de género y carentes de toda consideración moral”, advirtió el presidente de la Comisión de Educación del Episcopado argentino y arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, en el discurso inaugural del Congreso de Rectores de colegios católicos celebrado recientemente en Santa Fe.

En presencia del ministro de Educación, Alberto Sileoni; del presidente del Episcopado, José María Arancedo; y de más de un millar de educadores, Aguer denunció que “la preocupación preponderante” de las autoridades educativas del país “es, en base a una información parcializada, el ‘cuidado’ para evitar las consecuencias no deseadas del ejercicio precoz e irresponsable de la facultad sexual, y no la orientación de la persona para la vivencia madura, oportuna y noble de esa dimensión biológica, psicológica, afectiva y espiritual del ser humano”. Asimismo, calificó de “texto absolutamente inaceptable” una guía sobre educación sexual editada por el Ministerio de Educación.

Aunque sus palabras fueron interpretadas en los medios como una nueva manifestación de las diferencias entre la Iglesia y el Gobierno sobre los criterios que deben primar para la educación sexual en las escuelas, el ministro Sileoni optó por no responder directamente, si bien recordó que “somos enfáticos en que estamos cumpliendo una ley, y que realmente esa ley nos obliga a dar información”.

En el nº 2.789 de Vida Nueva.

Compartir