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Carlos Schickendantz: “La teología debe correlacionar el mensaje cristiano con la vida real”


Director de la colección ‘Teología de los tiempos’ (Centro Teológico Manuel Larraín)

Carlos Schickendantz y Jorge Costadoat colección Teología de los tiempos

C. Schickendantz (dcha.) y J. Costadoat

J. L. CELADA | La colección ‘Teología de los tiempos’ es una de las iniciativas académicas promovidas por el Centro Teológico Manuel Larraín, a su vez dependiente de la Universidad Católica de Chile. El director de la colección, Carlos Schickendantz, asegura que América Latina tiene que afrontar el desafñio de “elaborar una teología que esté a la alturas de las necesidades de la Iglesia” y la sociedad.

– ¿Cuándo y por qué nace la colección ‘Teología de los Tiempos’?

– La colección pertenece al Centro Teológico Manuel Larraín, que dirige Jorge Costadoat, que es un centro de investigación creado por la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Chile y la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Alberto Hurtado, de los jesuitas de Chile. Comenzó sus actividades en el año 2005. Promueve diversas iniciativas académicas, entre ellas, la publicación de esta colección. De los seis volúmenes que ya hemos publicado, el primero, titulado Signos de estos tiempos. Interpretación teológica de nuestra época (2008), es el que mejor caracteriza nuestro trabajo: un empeño por pensar la teología como “teología de los signos de los tiempos” en un marco interdisciplinar. Es decir, cuáles son los eventos que exigen al cristianismo latinoamericano una especial dedicación teórico-práctica, un discernimiento de la acción de Dios en la historia mediante el auxilio de las ciencias sociales.

colección Teología de los tiempos

– ¿Cuál sería el denominador común de los títulos publicados hasta ahora?

– La perspectiva que unifica los diversos temas podría formularse así: la teología, en su esfuerzo por dar razón de la fe, ha de mediar los datos de la misma fe con la vida actual de los creyentes. Esta tarea de correlacionar el mensaje cristiano con la vida real, tal como se va dando, conlleva el doble trabajo de interpretar el presente a la luz de la fe y de interpretar el Evangelio, y la Escritura en general, desde la situación presente.

– “Signos de los tiempos”, ‘Teología de los Tiempos’… ¿Hasta qué punto son deudores de aquella conocida expresión del Vaticano II?

– Es claro que esta perspectiva es particularmente deudora del Vaticano II. Al considerar la naturaleza y misión de la Iglesia en el mundo contemporáneo, el Concilio llevó a cabo un discernimiento de la situación histórica en la que la Iglesia está inmersa y de la que forma parte. Esta operación de Gaudium et Spes consiste en “escrutar los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio” (GS, 4). De esta manera, la Iglesia ha querido hacer suyos y responder con la actualidad del mensaje del Evangelio a “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren” (GS, 1). En esta línea se ubica nuestro trabajo.

– ¿Se hace hoy una teología acorde a los tiempos que corren?

– Muchos dicen que, el nuestro, no parece ser el tiempo de las grandes síntesis y teólogos como los que conocimos en el siglo XX (Rahner, Balthasar, Congar, etc.). Pero es verdad que existe una variedad muy amplia de iniciativas teológicas en los más diversos campos temáticos, en vinculación con distintas disciplinas, con clara conciencia de la importancia del contexto histórico-cultural y del lugar geográfico en que se elaboran. Todo esto puede indicarnos que, quizás, estemos en un momento creativo interesante en la historia de la teología. En América Latina, en particular, de cara a las nuevas situaciones culturales que afrontamos, estamos desafiados a elaborar una teología que esté a la altura de las necesidades de la Iglesia y de las personas concretas. Hay ya un camino recorrido, pero mucho más por realizar.

En el nº 2.786 de Vida Nueva.

Actualizado
27/01/2012 | 08:53
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