Sangría de jóvenes españoles

jóvenes esperando avión en el aeropuerto

jóvenes esperando avión en el aeropuerto

JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | Los jóvenes españoles tendrán que optar entre los minijobs que llegan con viento alemán y la huida al extranjero. Un país que deja que sus jóvenes se marchen porque aquí no se confía en ellos y en sus potencialidades, es un país con mirada mezquina.

‘Españoles por el mundo’ es un programa televisivo que airea lo bien que está nuestra gente en otros lugares. Aquí no los queremos. Hay una generación de jóvenes españoles a los que denostamos y acusamos de estar mal formados, hijos del BUP y de la ESO, jóvenes en donde se almacena más genialidad de la que imaginamos, pero jóvenes a los que la falta de un primer empleo les hace sentirse nulos, vacíos.

Y miran a Europa o a América. Miran a un lugar en el que se confíe en ellos y les abran horizontes. Alguien tendrá que parar esta sangría juvenil, más frecuente de lo que se cree. Y no creo que sean los minijobs, viejo truco del aprendiz.

Cuando un hijo le plantea al padre la posibilidad de marcharse, los padres tienen que callar y sacar las maletas que guardaron, tras su periplo europeo de los años sesenta. No hay forma ni manera. Se marchan y nos quedamos tan tranquilos. Abandonarlos a su suerte es un error.

director.vidanueva@ppc-editorial.com

En el nº 2.782 de Vida Nueva.

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