Humanizar el sistema carcelario: objetivo de Pastoral Penitenciaria

La presencia de otros movimientos religiosos de actitud radical es una de las diversas dificultades que enfrenta la pastoral penitenciaria en la actualidad y que preocupa a los equipos pastorales que actúan en las cárceles.

El tema fue motivo de análisis en el marco del VI Congreso Nacional de Pastoral Penitenciaria, realizado recientemente y en donde al menos 180 voluntarios tuvieron ocasión de compartir sus experiencias y aportar ideas para prestar un mejor servicio.
Durante el encuentro quedó claro igualmente, que la evangelización es un paso fundamental y que ese es el compromiso en el que todos quienes hacen parte de esta pastoral, han de lograr si se quiere transformar la situación que se vive en el interior de las cárceles colombianas.
“Consideramos que ese es nuestro aporte al Estado, el de humanizar el sistema penitenciario, hay dificultades, trabas, recelos y fanatismo religioso, pero avanzamos serenamente prestando un servicio al que los internos tienen derecho”, comentó el director nacional de la Pastoral Penitenciaria, el sacerdote Andrés Fernández, al referirse también a un ánimo de rivalidad por parte de representantes de movimientos religiosos que incursionan igualmente en estos lugares. “En las cárceles puede haber 20 o 30 grupos religiosos diferentes en donde a veces hay un radicalismo marcado y ataques frontales a la Iglesia Católica, eso complica y desorienta también a los internos, es una realidad que tenemos, de todas formas es algo normal como fenómeno en América Latina, pero seguimos trabajando”, explicó el religioso, quien agregó en este sentido que “la ley en Colombia -ley 133- mal entendida por muchos, dice que es el interno quien pide la asistencia religiosa, no que la gente vaya a invadir los espacios de la cárcel… y como petición del interno se responde, pero si no hay por ejemplo musulmanes en la cárcel, pues los musulmanes no irán, pero aquí hay desconocimiento y muchos buscan es cómo meterse a las cárceles, y esto se vuelve casi un bazar persa, que no es nada sano para el interno” .
De otro lado, la realización de un directorio nacional para la pastoral penitenciaria es otro objetivo que quedó planteado y sobre el cual se empezará a trabajar desde el propio voluntariado, conformado por hombres y mujeres que hacen equipo con los capellanes en cada cárcel del país.
Rigueida León, voluntaria en Ibagué, dona dos días de la semana a este voluntariado. Manifestó que “es grato saber que no estamos solos y que el grupo se fortalece a nivel país, este proyecto no es nada fácil, esta pastoral es de las más difíciles”.
Clara Vélez, odontóloga, oriunda de la Dorada, Caldas, y voluntaria allí desde hace un año, dijo que “lo que hace falta ahora es como una junta directiva de agentes de esta pastoral. En casi todas las regiones he visto muy poco personal y un capellán solo no puede adelantar una verdadera gestión sobre una población de 2.200 internos en una sola cárcel”. Muchos lazos se crearon en este último encuentro por lo que el intercambio de correos y números telefónicos animó bastante a los voluntarios participantes. VNC
TEXTO: E. García
FOTO: VNC

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