Las religiosas hacen autocrítica en Aparecida

religiosas participantes en la reunion UISG en Aparecida

religiosas participantes en la reunion UISG en Aparecida

M. Á. MALAVIA | Con el objetivo de “reconocer el rostro desfigurado de Jesús” a través de los “signos de transfiguración en la sociedad y en la Vida Consagrada” en el momento actual, el Consejo de las Delegadas de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) se reunió en Aparecida (Brasil) del 28 de noviembre al 3 de diciembre.

Las participantes, representantes de las 64 delegaciones de la UISG en todo el mundo, mantuvieron sendos encuentros con la Conferencia de Religiosos de Brasil (CRB) y con la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR). Además de hacer visible la fraternidad reinante con sus homónimos masculinos, se estableció un diálogo por el que se constató que el futuro de la Vida Religiosa pasa por ser un “rostro multicultural, intercongregacional y misionero”.

También hubo espacio para la reflexión teológica, que corrió a cargo de Lucía Weiler, idp, y Vera Bombonato, fsp. Esta última, con la mirada puesta en la sociedad, señaló sus “signos de degeneración”, que se encuentran, entre otros, “en el fenómeno de las migraciones y, más en general, en la falta de respeto por la vida, en la explotación y en la injusticia”. Otra señal es “el grito que nos llega de las mujeres y de las víctimas de la trata de personas”.

Además, las religiosas hicieron autocrítica y también buscaron el “rostro desfigurado” de Cristo en el seno de la Vida Consagrada. Como apuntó la hermana Vera, han de reconocerse donde se produzcan “la pérdida de pasión por Jesús” y “la depresión”; fenómenos que pueden formar parte natural de la experiencia religiosa, siendo necesaria su detección para la consiguiente búsqueda de soluciones.

Por su parte, Lucía Weiler incidió en la necesidad de “fijar nuestra mirada en el rostro transfigurado de Jesús” para “caminar con realismo cristiano, reconociendo que las sombras y las luces son parte de nuestra realidad; pero sin perder de vista el manantial de la vida, incluso en medio de la noche”.

La vicepresidenta de la UISG, María Soledad Galerón, propuso el ejemplo de la Virgen María para caminar, junto a ella, “en la esperanza” del nacimiento de “una vida nueva”.

En el nº 2.780 de Vida Nueva.

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