Los estudiantes católicos, contra el recorte educativo

Jovenes Estudiantes Catolicos - JEC

La JEC denuncia en un comunicado el deterioro de la calidad de la enseñanza

Jovenes Estudiantes Catolicos - JEC

VIDA NUEVA | Con el inequívoco título de La solución está en los jóvenes; no a los recortes en educación, los responsables diocesanos de la Juventud Estudiante Católica (JEC), formada por chicos y chicas de institutos y universidades de toda España, han hecho público en Salamanca un manifiesto donde rechazan las medidas acordadas en algunas autonomías, que suponen la no renovación de contratos de profesores interinos y el aumento, por tanto, de horas lectivas entre el profesorado titular.

“Denunciamos que tomar estas medidas en el sistema educativo para solucionar la crisis no tiene ningún sentido, porque además de no haber tenido ninguna responsabilidad en el desarrollo de dicha crisis, la educación es uno de los agentes fundamentales para el desarrollo social y económico futuro de un país. No entendemos cómo se comienza la austeridad por un motor de desarrollo y futuro de los ciudadanos y de la sociedad y que, por el contrario, a los sistemas financieros que han tenido demostrada responsabilidad en la recesión económica, les rescatamos, les perdonamos sus errores y les apoyamos para que vuelvan a salir a flote. Queremos gritar y proclamar que la educación es solución a la crisis, no parte del problema”, proclaman en el texto.

Los miembros de la JEC, “siendo testigos directos de los recortes”, detallan algunos de sus efectos ya visibles, como “reducciones en el número de profesores, la eliminación de horas de tutorías, la rebaja de oferta de formación para el profesorado, el recorte en el número de profesores de apoyo o la merma en la variedad y cantidad de asignaturas optativas así como de actividades extraescolares”.

Masificación y elitismo

Asimismo, perciben “la masificación en la aulas por la escasez de profesores, lo que disminuye indudablemente la calidad de su tarea educativa; en otras ocasiones, estos mismos profesores tienen que hacerse cargo de asignaturas ‘afines’ en las que no están lo suficientemente formados para impartirlas como se debería”.

Pero, preocupándoles este presente incierto, no olvidan a los que serán los más afectados por estas medidas –“los jóvenes con dificultades académicas, personales o económicas”– y las consecuencias futuras de las mismas, que, según señalan, “favorecerá un sistema educativo competitivo y elitista, en el que solo los más adaptados y los más integrados serán capaces de ‘superar’ la carrera de obstáculos a la que se enfrentarán”. Por ese motivo, exigen “un ordenamiento educativo más justo que sepa dar más a quien más lo necesita y no a quien más tiene en todas las dimensiones”.

En el nº 2.779 de Vida Nueva.

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