El Papa pide actos “creíbles” ante el cambio climático

Cumbre ONU cambio climatico - protesta en Durban

A su vuelta de Benín, Benedicto XVI insiste en África como protagonista de la esperanza

Cumbre ONU cambio climatico - protesta en Durban

Protesta en Durban, donde se está celebrando la Cumbre de la ONU sobre el cambio climático

ANTONIO PELAYO. ROMA | Difícil para Benedicto XVI borrar de la memoria las imágenes de su reciente viaje a Benín, “inolvidable”, como apostilló en su discurso-resumen de la audiencia del miércoles 23 de noviembre. El día antes en L’Osservatore Romano, el sustituto de la Secretaría de Estado, Giovanni A. Becciu (que, como nuncio, recibió al Papa en Angola en 2009), daba esta clave del “éxito” de la visita: “Los africanos ven en el Papa un hombre de Dios (…) que viene a encontrarles, a bendecirles, a animarlos. Lo ven sobre todo como un amigo. (…) Quien no conoce el alma africana podría creer que es su costumbre aclamar a sus huéspedes, sean los que sean”. [Más sobre el viaje del Papa a Benín]

“En esta fase crucial para todo el continente –reflexionó Joseph Ratzinger–, la Iglesia en África, con su compromiso a favor del Evangelio, con el valiente testimonio de una solidaridad efectiva, podrá ser protagonista de una nueva estación de esperanza”.

Recordando su discurso en el Palacio presidencial de Cotonou, aseguró: “El espíritu de reconciliación es indispensable, naturalmente, también a nivel social, y necesita una apertura a la esperanza que debe animar también la vida sociopolítica y económica del continente. En esta circunstancia, he querido poner el acento sobre la esperanza que debe animar el camino del continente, destacando el ardiente deseo de libertad y justicia que, especialmente en estos últimos meses, anima los corazones de numerosos pueblos africanos”.

“Este viaje mío –resumió– ha sido un gran llamamiento a África para que oriente todos sus esfuerzos a anunciar el Evangelio a los que todavía no lo conocen. Se trata de un compromiso renovado a favor de la evangelización, a la que están llamados todos los bautizados, promoviendo la reconciliación, la justicia y la paz”.

Benedicto XVI con el primer ministro del Libano

Benedicto XVI con el primer ministro del Libano

Viaje a México y Cuba

Siempre en tema de viajes: aunque el Vaticano no abre por ahora boca, se confirma que el responsable de la organización de los desplazamientos internacionales del Santo Padre, Alberto Gasbarri, llegará a México el 12 de diciembre para cerrar con las autoridades los detalles de la visita de Benedicto XVI a su país a finales de marzo, que será breve y se limitará –como ya dijimos– a la ciudad de León, en el Estado de Guanajuato. En Cuba, la estancia tampoco superará las 48 horas.

Durante su visita al Papa el lunes 28, el presidente del Consejo de Ministros del Líbano, Najib Mikati, le ha invitado igualmente a visitar su nación, tan ligada por lazos seculares a la Sede Apostólica. No se ha especificado si ha habido respuesta en algún sentido.

Como si hubiera regresado de África pleno de energías, el anciano pontífice (84 años y medio) ha tenido una semana muy ajetreada de reuniones y encuentros: con la Cáritas italiana, que ha cumplido 40 años; con los obispos norteamericanos en visita ad limina; con los participantes en la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para los Laicos, presidido por el cardenal Stanislaw Rylko (que ha dedicado su tiempo a La cuestión de Dios hoy); con la asociación ecologista cristiana de Asís ‘Hermana naturaleza’; y con los participantes en la XXVI Conferencia Internacional organizada por el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, consagrada este año a estudiar La pastoral sanitaria al servicio de la vida a la luz del magisterio del beato Juan Pablo II.

El misterio del dolor

“El misterio del dolor –dijo al recibirles en la Sala Clementina el sábado 26– parece ofuscar el rostro de Dios, haciéndolo casi extraño o, aún más, considerándolo como causante del dolor humano, pero los ojos de la fe son capaces de mirar en profundidad este misterio. Dios se ha encarnado, se ha hecho cercano al hombre incluso en sus situaciones más difíciles; no ha eliminado el sufrimiento, pero en el Crucificado resucitado, en el Hijo de Dios que ha sufrido hasta la muerte y la muerte de cruz, Él revela que su amor desciende hasta los abismos más profundos del hombre para darle esperanza”.

Coincidiendo con el inicio, en la ciudad sudafricana de Durban, de los trabajos de la Convención de la ONU sobre el cambio climático y el Protocolo de Kyoto (del 28 de noviembre al 9 de diciembre), Benedicto XVI ha pedido a la comunidad internacional “una respuesta responsable, creíble y solidaria a este preocupante y complejo fenómeno, teniendo en cuenta las exigencias de las poblaciones más pobres y de las generaciones futuras”.

Diez mil representantes italianos de esas generaciones acudieron el lunes 28 al Aula Pablo VI para escuchar de labios del Pontífice un epítome de lo que podríamos llamar ‘ecología cristiana’, cuya fuente de inspiración no puede ser otra que la persona y el espíritu de san Francisco de Asís, declarado por Juan Pablo II en 1979 “patrón de la ecología”.

Orquesta Sinfonica Principado de Asturias en el Vaticano

La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias ofreció un concierto en honor del Papa en el Vaticano

“Si en su trabajo –recordó el Santo Padre a sus jóvenes interlocutores– el hombre olvida que es un colaborador de Dios, puede violentar la creación y provocar daños que tienen siempre consecuencias negativas también sobre el hombre, como vemos en diferentes ocasiones. Hoy más que nunca, parece claro que el respeto al ambiente no puede olvidar el reconocimiento del valor de la persona humana y de su inviolabilidad en todas las fases de la vida y en todas las condiciones”.

Música española en Roma

Al final de la semana anterior, Ratzinger había podido concederse un momento de “relax” con el concierto que, el sábado 26, ofreció en su honor la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, gracias al mecenazgo de la fundación ovetense María Cristina Masaveu Peterson. Dirigidos con maestría por Maximiano Valdés, los profesores de esta formación, integrada por hombres y mujeres de las más diversas nacionalidades, interpretaron un repertorio de autores españoles (Falla y Albéniz) y de extranjeros inspirados en temas españoles, como Richard Strauss en Don Juan o Nikolai Rimsky-Korsakov en su Capricho español. El programa había sido escogido, entre diversas posibilidades, por el Papa en persona, quien dijo en su día: “No quiero ningún réquiem”.

En su discurso de agradecimiento, medio en italiano, medio en español, dijo: “Las maravillas que produce la música, este lenguaje universal que nos permite superar todas las barreras y entrar en el mundo de los otros, de una nación, de una cultura, nos permiten también dirigir la mente y el corazón hacia el Otro con ‘O’ mayúscula, alzarnos hasta el mundo de Dios”.

Gaudí en Roma

Dos días antes, en el llamado Brazo de Carlomagno (que une la Basílica de San Pedro con las columnas de Bernini), se inauguró la exposición Gaudí y la Sagrada Familia de Barcelona: arte, ciencia y espiritualidad, que permanecerá abierta al público hasta la mitad de enero. En cierto modo, era la devolución de la visita que el Santo Padre hizo a la ciudad el 6 de noviembre de 2010 para bendecir el templo y honrarlo con el título de Basílica Menor. Tanto el Arzobispado de Barcelona como la Generalitat se volcaron en la inauguración, que, también de alguna manera, es expresión de la voluntad de la Iglesia y del actual poder político catalán por intensificar sus relaciones con Roma.

Exposicion Gaudi en el Vaticano - Artur Mas y cardenal Ravasi

El presidente catalán Artur Mas y el cardenal Ravasi, en la inauguración de la muestra sobre Gaudí

Ante un auditorio con siete cardenales, numerosos arzobispos y obispos de la Curia y personalidades de la cultura, así como la embajadora de España ante la Santa Sede, Mª Jesús Figa, el cardenal Lluís Martínez Sistach dijo: “La exposición que presentamos sobre la obra de Gaudí es una expresión más de la contribución de la fe cristiana al mundo de la cultura, del arte y de la belleza que la Iglesia ha realizado a través de los siglos. Pone de relieve la realidad de un magnífico templo por su belleza, su majestuosidad, su simbología en el centro de una gran metrópolis como Barcelona. Como dijo el Papa, esta basílica es un signo visible del Dios invisible, muy necesaria en nuestras sociedades occidentales europeas, con un marcado nivel de cultura laicista y de indiferencia religiosa”.

Por su parte el cardenal Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura, subrayó que “los años que dura la construcción de la Sagrada Familia son una parábola ligada a la historia de las grandes catedrales del medievo que fueron construidas en un vasto espacio de años y cuyos arquitectos no nos son hoy conocidos. El templo es una criatura que vive en medio de un pueblo y que es expresión del alma y de la sensibilidad de ese pueblo”. [Pliego: La Basílica de la Sagrada Familia, icono y realidad de la Nueva Evangelización, por el cardenal Sistach]

En el nº 2.779 de Vida Nueva.

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