La Iglesia ecuatoriana teme un recorte de libertades

Alarma entre el Episcopado ante una nueva ley que “discrima por motivos religiosos”

Antonio Arregui, presidente del Episcopado ecuatoriano

JOSÉ LUIS CELADA | Los obispos ecuatorianos han manifestado su “serio malestar” ante “la noticia de un artículo en el recién presentado Proyecto del Código Penal” –concretamente, el 270–, que pretende “limitar en forma drástica la libertad religiosa y de expresión, así como la igualdad ante la ley”. Dicha reforma legislativa, todavía a debate en la Asamblea Nacional, podría abrir la puerta a que una homilía sea sancionada si contradice las directrices oficiales de la República o a que los sacerdotes que incurran en ello se vean privados de libertad hasta durante un año y medio. [Siga aquí si no es suscriptor]

Sobrados motivos de preocupación, que la jerarquía católica expresó públicamente en un comunicado difundido por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) al término de su CXXX Asamblea Plenaria, celebrada del 17 al 21 de octubre en el Seminario Mayor de Portoviejo. En el texto se recogen, además, otros temas de la Iglesia nacional y universal que los pastores debatieron durante esas jornadas (ver recuadro más abajo).

Pero, pocos días después de la reunión episcopal, el presidente de la CEE y arzobispo de Guayaquil, Antonio Arregui Yarza, volvía de nuevo sobre el asunto. Así, el 25 de octubre enviaba una carta a los directores de los principales medios de comunicación impresos del país andino en la que, tras recordar la “alarma” que causó entre sus hermanos “la repetición de estos absurdos” (la reforma retoma aspectos de otro proyecto sobre cultos ya desautorizado por el Ministerio de Justicia), recoge varias observaciones a propósito de la citada legislación.

En primer lugar, Arregui admite la conveniencia de una reforma penal, porque “han cambiado las circunstancias de la vida social y se hace necesario revisar la protección de la vida, la libertad y la seguridad de los ciudadanos”. Sin embargo, entiende que “se facilitaría el oportuno debate público sin la insistente aparición de proyectos animados por ideologías extremas”.

Más adelante, el presidente de la CEE desvela que este organismo está estudiando el polémico proyecto, por lo que cualquier pronunciamiento responderá a “un esfuerzo leal por iluminar esa normativa con las luces del Evangelio”. En este sentido, confía en que el mensaje de la Iglesia sea “útil para el criterio de los católicos y de otras personas de buena voluntad”. Y aclara que “no se pretenderá entrar en la arena de la lucha política, a favor o en contra de grupo alguno”. “Simplemente –insiste Arregui–, estamos convencidos de que el país iría mucho mejor si todos nos empeñáramos en modelar sus instituciones con inspiración evangélica”.

Propuesta de sanción

La misiva del arzobispo de Guayaquil lamenta que en el proyecto, admitido ya a trámite, “hay una propuesta concreta de sancionar a los ministros de cualquier culto cuando se definan por favorecer u hostilizar partidos y movimiento políticos”. Lo cual, a su juicio, es “una discrimación por motivos religiosos, pues se prohíbe al ministro lo que es permitido a todos los demás, privándole de su igualdad ante la ley”. Denuncia que contiene una clara alusión a cuantos ministros de culto, al amparo de la Constitución, forman parte de las listas electorales e incluso integran la actual Asamblea Nacional.

En esa línea, y ya para acabar, Arregui reitera la norma interna de la Iglesia católica prohibiendo el ingreso de sacerdotes en la política de partidos, algo que “comprendemos como parte de nuestra misión específica”. “Pero también sabemos –concluye el presidente del Episcopado– que proclamar el Evangelio, en el que se fundamentan los derechos humanos, nunca es entrar en política en la forma mencionada, sino cumplir una obligación”.

Sínodo, familia y solidaridad

Durante su Asamblea, los obispos atendieron otros puntos que figuraban en la agenda del encuentro, entre ellos, el análisis de los Lineamenta del Sínodo sobre la Nueva Evangelización convocado para octubre de 2012, cuestión en torno a la que compartieron sus experiencias diocesanas con vistas a elaborar la aportación de la Iglesia en Ecuador a la cita.

Los participantes hablaron, asimismo, del II Congreso Nacional de la Familia y foro Familias Mundi, que se celebrará en Quito, Guayaquil, Portoviejo, Loja y Tena del 9 al 12 de noviembre, y acogieron con alegría el anuncio de una solemne eucaristía presidida por el Papa en la Basílica de San Pedro del Vaticano, el 12 de diciembre, festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, con motivo de los Bicentenarios latinoamericanos.

Finalmente, los prelados llamaron a solidarizarse con los pueblos del Cuerno de África y anunciaron una colecta especial durante los días de Navidad para ayudar a paliar la hambruna que allí sufren millones de personas.

En el nº 2.775 de Vida Nueva.

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