La COMECE pide soluciones “a largo plazo” para superar la crisis
M. GÓMEZ | En plena crisis financiera en Europa, los obispos del continente creen que no es momento de reproches; “al contrario, debemos asumir juntos nuestras responsabilidades para encontrar soluciones”. Así lo señalaron al término de la Asamblea Plenaria de Otoño (Bruselas, 26-28 de octubre) en la que, junto a varios expertos, reflexionaron sobre los orígenes políticos y económicos de la crisis actual, que los obispos achacan a una razón principal: “Las causas de la crisis son estructurales y nacen, ante todo, de los arbitrajes políticos que han sido tomados estas últimas décadas con vistas a corto plazo y a menudo motivadas por razones electorales”, dice una nota final.
Dada esta situación actual, los prelados consideran que “una cultura del reproche no llevará a ninguna parte”. Lejos de eso, y seguros de que la crisis es “una oportunidad hacia una renovación”, proponen que los europeos permanezcan “unidos y solidarios”.
Los 23 miembros que han participado en la Asamblea pudieron conocer, de mano del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, las conclusiones de la última cumbre europea (26 de octubre). Si bien se alegran de las resoluciones, los obispos opinan que “las soluciones técnicas y a corto plazo no son suficientes” y subrayan “la necesidad de adoptar una visión a largo plazo”, prestando especial atención a los jóvenes, que corren el riesgo de ser “una de las principales víctimas de la crisis”.
Contribución eclesial
En cuanto al papel de la Iglesia en este momento, la COMECE cree que puede ser una “fuerza de cohesión y de esperanza en el seno de las sociedades europeas, que están amenazadas por el populismo y la división”. “Las raíces de la crisis actual son principalmente morales y espirituales”, añaden. También se recuerda la labor que están realizando los servicios sociales eclesiales.
La COMECE ha adoptado una declaración sobre la economía social de mercado –un concepto introducido en el Tratado de la Unión Europea con el Tratado de Lisboa–, titulado Una comunidad europea de solidaridad y responsabilidad. El texto se publicará a principios de enero de 2012.
En el nº 2.775 de Vida Nueva.