Se necesita coraje… del malo

Ignacio Madera Vargas, SDS

Se necesita coraje, del malo, para afirmar que quien gana cuatro millones de pesos en este lindo país colombiano, es rico. Quisiera pensar que el funcionario público que lo ha dicho, tiene ese salario y le es suficiente para pagar apartamento en el norte de Bogotá, tener a sus hijos en colegio bilingüe y pertenecer a un club social de mediano tono arribista.

Se necesita igualmente coraje, del malo, para decir que en este país se puede vivir con ciento noventa mil pesos. Se nota que el funcionario que lo ha dicho no sabe lo que es la vida de los sectores populares porque solo comparte manteles con quienes en una sola opípara cena de cualquier restaurante exquisito, se gastan el doble de lo que cínicamente ha dicho, es suficiente para vivir un pobre.
Tenemos mucha gente de coraje, del malo, en este país. Porque realmente es mucho el cinismo que supera los niveles de la sensatez para ser paranoia del descaro de pensar, que un pueblo crucificado por la carestía y las falsas estadísticas, no merece respeto y tener la decencia de no abofetearle, desde las instancias oficiales, con afirmaciones de evidente sin sentido.
Un juramento a la verdad y una negación a la mentira debería ser el de los funcionarios públicos al posesionarse. ¿Se está acabando el desempleo? ¿Y tú no tienes un hermano, un sobrino, un hijo, un amigo que hace meses deambula mendigando en bolsas de empleo y cooperativas de la explotación, a amistades o politiqueros, el derecho al trabajo para mantener su familia? Por favor, señores funcionarios, un poco más de respeto a la dignidad de ciudadanos y ciudadanas, víctimas de los sistemas que ustedes fortalecen y soportan. Nos anima la esperanza de que algún día les remplace una generación de la verdad y la limpieza de intenciones.

Compartir