María Ángeles López: “No hay mejor educación que dar ejemplo”

Periodista y escritora, es la ‘Autora del año’ de la editorial San Pablo

JOSÉ LORENZO | Reconocida periodista (la redactora jefe de la revista 21rs ha sido distinguida con varios premios) y escritora de éxito (su libro, Papás blandiblup, va por la tercera edición, lo que le ha valido la distinción de autora del año en la editorial San Pablo), no hay para esta sevillana mayor título que el de madre.

A él se aplica a tiempo completo, aun cuando sus obligaciones profesionales pudieran hacerla caer en la tentación de que sus chavales transitasen por la vida con los valores que inculca, por defecto, una sociedad que ofrece modelos para todos los gustos. Entre ellos, el blandiblup, fofo como aquel moco verde con el que jugaban los niños de los 70, los padres de hoy.

– De padres blandiblup, ¿qué hijos nacen?

– Niños blanditos y caprichosos, que se arredran ante las dificultades, huyen del esfuerzo y se frustran a la mínima de cambio.

– ¿Quien tiene la culpa de esta generación de progenitores?

– Sería fácil decir que la sociedad. Pero todos somos responsables de nuestras acciones. Tenemos la posibilidad de educar de otra manera, aunque el entorno consumista y hedonista no ayuda…

– ¿Es una plaga inevitable o hay cura?

– Claro que tiene cura: poner límites y hacerlos cumplir, o aplicar a la educación el imprescindible y olvidado sentido común, son recetas sencillas e infalibles. Sin olvidar que no hay mejor educación que dar ejemplo.

Miedo al compromiso

– ¿En qué otros aspectos de la vida sufrimos el síndrome blandiblup?

– En casi todos. Hay miedo al compromiso, nos quejamos hasta de que haga calor en verano y frío en invierno, los políticos no se atreven a decir lo que piensan ni a hacer lo que es necesario por si es impopular…

– ¿Cree que el laicado en España también es ‘blandito’ e incapaz de asumir tareas?

– En absoluto. Asume responsabilidades en cuanto se le da la oportunidad. La pena es que esto ocurre tan pocas veces que al final nos pilla desarmados. Pero sí que estamos siendo muy blandos, dóciles y pacientes al reclamar nuestro espacio en la Iglesia. Así nos va…

En el nº 2.773 de Vida Nueva (entrevista completa para suscriptores).

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