Los obispos se alegran de la “declaración de intenciones” de ETA

Recuerdan que “no hay que dejar de hacer justicia con las víctimas”

Imagen de archivo de los obispos de la Comisión Permanente

FRAN OTERO | No se hablaba de otra cuestión momentos antes de que comenzase la rueda de prensa del secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) –esta mañana en Madrid–, después de la Comisión Permanente que concluyó este jueves y de la que ha salido una Nota, no menos importante, con orientaciones de cara a los comicios electorales del 20 de noviembre. Pero la actualidad e importancia de la declaración de ETA rondó por toda la comparecencia del portavoz.

El obispo acudió, como suele se habitual, a los diversos documentos que ha publicado en los últimos años la CEE, en concreto, a dos instrucciones pastorales ­–una sobre el terrorismo (2002) y otra sobre la situación de España (2006)– para emitir una valoración que, dijo, en ningún caso podía ser política.

Así pues, sus primeras palabras fueron para las víctimas de la banda terroristas y dijo, citando la última instrucción: “Manifestamos nuestro afecto, respeto y sincera solidaridad con las víctimas, sus familiares, amigos y con todas las personas que han sufrido los golpes del terrorismo”. “Esto es necesario decirlo hoy: estar con las víctimas y no dejar nunca de hacerles justicia”, apostilló el secretario general del Episcopado.

También leyó el deseo del cese de toda actividad terrorista que, en su momento, expresaron los obispos, y añadió que “ojalá que la declaración de ayer se avale como un paso definitivo en la desaparición de la banda”. “Los obispos se alegran de esta declaración de intenciones”.

Principios morales inalterables

Para el futuro, los obispos recuerdan que las relaciones del Estado y la sociedad con ETA deben guiarse por los principios morales inalterables, “principios morales que rigen la actividad política y que no se pueden cambiar”.

En este sentido, la Nota emitida por la Comisión Permanente ante las elecciones generales del 20 de noviembre dice, en su punto número 9, que “una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terroristas como representante político de ningún sector de la población, dado que el terrorismo es una práctica intrínsicamente perversa, del todo incompatible con una visión justa y razonable de la vida”.

Sobre el papel de la Iglesia, el portavoz apuntó que su campo específico es el del “fortalecimiento de la conciencia moral de los ciudadanos”, porque, según dijo, “sin conciencia ni principios morales no es posible la democracia”. Finalmente, volvió a la Instrucción Pastoral, para hacer una exhortación a rogar a Dios por el fin del terrorismo y la conversión de los terroristas.

Ante el 20-N

Al margen de la cuestión de ETA, la Comisión Permanente ha hecho pública una nota con consideraciones que ayuden a los católicos a ejercer el voto responsablemente. El formato, en diez puntos, varía con respecto a otras ocasiones, aunque los acentos y los aspectos no son novedosos.

Así, en un documento basado en intervenciones de Benedicto XVI y otros documentos de la CEE, recuerda en primer lugar la importancia de los fundamentos prepolíticos del derechos para apuntar que “las decisiones políticas deben ser morales y justas, no solo consensuadas o eficaces”. “No es cierto que las disposiciones legales sean siempre morales y justas por el mero hecho de que emanen de organismos políticamente legítimos”.

Explicado esto, alertan del peligro de opciones legislativas que “no tutelan adecuadamente el derecho fundamental a la vida de cada ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural”. También piden, ante la crisis económica, políticas sociales y económicas responsables y promotoras de la dignidad de las personas, que propicien el trabajo para todos. Así, recuerdan a las familias en dificultades, a los jóvenes y a los “más vulnerables”: enfermos, ancianos e inmigrantes.

La educación es otra de las cuestiones importantes. Piden que no haya imposiciones ideológicas del Estado, que se facilite la iniciativa social en este campo y defienden la presencia de la clase de Religión como modo de “asegurar los derechos de la sociedad y de los padres”.

Para completar la nota, se hace referencia a la legitimidad de los nacionalismos, aunque ven necesaria “la tutela del bien común de la nación española en su conjunto”, y también a la cuestión del terrorismo, citada anteriormente. Los desafíos a nivel internacional, búqueda de la paz y la promoción del entendimiento entre pueblos y cabidas, también tienen cabida.

Reacciones de los obispos vascos

El obispo de Bilbao, Miguel Iceta, ha emitido un comunicado en el que se congratula del anuncio de la banda armada. “La decisión de ETA de cesar definitivamente toda actividad terrorista y violenta debe ser considerada como un paso muy positivo, y nos unimos a la alegría de la sociedad”.

Iceta tiene un recuerdo para las muchas “personas, instancias e instituciones que con empeño constante han conducido a que el fin de la actividad terrorista se haga realidad. Todos esperamos la desaparición definitiva de ETA, que anhelamos llegue cuanto antes”.

El obispo dedica también palabras de reconocimiento para las víctimas y sus familiares, asegurando que “es preciso” en estos momento “guardar su memoria y acompañarles con nuestro afecto, ofreciéndoles toda la ayuda necesaria. La libertad, que ha estado constreñida y sustraída por la amenaza y el ejercicio de la violencia, gana espacio en nuestra sociedad”.

Por su parte, el obispo de Vitoria, Miguel Asurmendi, ha manifestado su satisfacción, sintiéndose unido “a la gran esperanza de la mayoría del pueblo vasco, así como a la del pueblo español” y deseando que “llegue pronto la disolución de ETA”.

En declaraciones declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press, el salesiano se ha mostrado “profundamente unido a las víctimas”: “He orado por los centenares de asesinados, también por otros que no fueron asesinados pero que han sufrido en su ser la violencia terrorista y por los familiares de las víctimas”, ha dicho

Después de reconocer “a cuantos han colaborado en haber hecho posible la llegada de este día”, ha afirmado que también las Iglesias del País Vasco y Navarra, así como la Conferencia Episcopal Española “han colaborado en la solución” y ha asegurado: “La Iglesia católica y, en concreto, la Iglesia en Álava, está dispuesta a seguir trabajando para alcanzar la pacificación y la reconciliación de nuestro pueblo”.

Nota de la Comisión Permanente de la CEE ante las próximas elecciones generales (PDF)..

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