La empresa cristiana apuesta por los jóvenes en Francia

Un manifiesto de este colectivo recoge sus compromisos en torno al primer empleo

Jóvenes durante una reciente manifestación convocada por los sindicatos en París

J. L. CELADA | El movimiento de Empresarios y Dirigentes Cristianos (EDC) de Francia acaba de hacer público un Manifiesto para la primera contratación en el que, consciente de su “deber de permitir a los jóvenes, titulados o no, acceder lo más rápido posible a la vida activa”, traza una línea de conducta a seguir por parte de sus empresas, al margen de las decisiones que puedan tomar las administraciones públicas.

Sus miembros han decidido emitir este mensaje conjunto “inspirados por el pensamiento social cristiano, por el reconocimiento y el respeto de la dignidad de las personas, por la compresión del trabajo como medio de realización, pero también alertados por la situación particularmente preocupante del empleo juvenil en nuestro país”.

Así, en un breve texto de ocho puntos, los firmantes (un centenar de empresarios en representación de más de cien mil trabajadores) se comprometen –entre otras cuestiones– a contratar para un primer empleo a un número de jóvenes establecido “con voluntarismo y realismo, prescindiendo de la exigencia de una experiencia previa cuando no sea absolutamente necesaria”.

Asimismo, apuestan públicamente por los CDI (Contratos de Duración Indeterminada) frente a los CDD (Contratos de Duración Determinada), y defienden que la primera entrevista, “incluso si no culmina con la contratación, sea atenta, calurosa y rica en enseñanzas para el candidato”.

En otro de los acuerdos alcanzados, el manifiesto hace votos por “desarrollar el aprendizaje y la formación a tiempo parcial”, así como “acoger becarios para que prosigan su formación y experimenten la vida en empresa, remunerándolos en consecuencia, y evitar que tales estancias enmascaren verdaderos empleos”.

Contra la exclusión

“Promover la diversidad y luchar contra la exclusión” es otra de las prioridades de esta iniciativa cristiana, que invita a salir “al encuentro de las personas afectadas por determinados reclutamientos”. Algo a lo que, sin duda, contribuirá el hecho de “apreciar primero el espíritu y la personalidad de los candidatos que los criterios formales tales como los títulos, nombres o direcciones”.

Finalmente, desde el EDC, se llama a los empresarios y dirigentes cristianos a “integrar a los nuevos colaboradores cuidando el desarrollo de su potencial, implicando a los equipos en este proyecto colectivo, y formando y valorando a sus tutores”.

En el nº 2.773 de Vida Nueva.

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