Basílica de la Sagrada Familia estaría concluida antes de 2030

Más de siglo y medio después, las obras en la Basílica de la Sagrada Familia tienen fecha de conclusión: entre 15 y 17 años, según el presidente de la Junta Constructora, Joan Rigol. Esto significa que el templo diseñado por Gaudí y consagrado el pasado noviembre por Benedicto XVI estará completamente acabado antes de 2030.

Acaban de comenzarse los trabajos de la sacristía, un edificio de 40 metros de altura que incluirá en su sótano un salón de actos con capacidad para 250 personas y salas anexas para grupos de trabajo, que durarán entre dos y tres años. Pero el gran reto son las seis torres centrales, de las que cinco ya están empezadas: las de los cuatro evangelistas –que ya se alzan 66 metros– y la del ábside. La gran torre central, que alcanzará los 170 metros de altura, se iniciará dentro de unos dos años y, cuando esté finalizada –dentro de unos siete años, según Rigol–, tendrá en su cúspide una cruz de cuatro brazos a la que se podrá acceder en ascensor y por escaleras. Más inmediata es la colocación de la primera vidriera de los ventanales de la nave principal, obra del artista Joan Vila-Grau, que comenzarán antes de fin de año, fecha en la que también se tiene previsto acometer la rehabilitación de la sacristía de la cripta, afectada por un incendio en abril.
En primavera se iniciará la última fase de la fachada de la Pasión, con la que se completará el diseño original de Gaudí con 18 nuevas columnas y una crestería de coronación. En la otra fachada, la de la Gloria, también se colocarán en la primera mitad del 2012 siete puertas de bronce, obras del escultor Josep Maria Subirachs, con el Padrenuestro en 80 idiomas. La Sagrada Familia, con 2,6 millones de visitantes en 2010 –y que este año, una vez consagrada por Benedicto XVI, alcanzará por primera vez más de 3 millones–, es, junto al Monasterio de Montserrat, el gran icono turístico y religioso de Cataluña.

 

Los otros tesoros del patrimonio religioso catalán


El turismo también es una herramienta para transmitir la fe en una época de secularismo. Así lo ven los diez obispados catalanes, que se han aliado con la Universidad de Girona (UdG) y la Generalitat de Cataluña para ofertar el año que viene un proyecto bautizado como Catalonia Sacra, y que ofrecerá un amplio catálogo de rutas inéditas en tres círculos concéntricos: catedrales, diócesis y toda Cataluña. “Estamos seguros de que dinamizará el turismo cultural para ayudar a sufragar el mantenimiento de las iglesias, estimulará la economía de los municipios y presentará la dimensión religiosa como razón de ser del arte sacro”, explica Dani Font, delegado diocesano de la Comisión de Patrimonio Cultural del Obispado de Vic, y uno de los responsables de la puesta en marcha de Catalonia Sacra, junto a Dolors Vidal, vicedecana de la Facultad de Turismo de la Universidad de Girona, y Marc Sureda, conservador del Museo Episcopal de Vic.

Según lo define Font, es un proyecto de articulación de visitas turísticas al patrimonio de la Iglesia en Cataluña, con el objetivo de darlo a conocer más y mejor, y mostrar su naturaleza fundamental como un resultado de la inculturación de la fe cristiana en la región. Esto significa que la espiritualidad o la catequesis también estarán presentes en la puesta en valor del patrimonio histórico de la Iglesia. “Hace mucho tiempo que teníamos la inquietud de ver cómo nuestro patrimonio era visitado muchas veces sin que el visitante tuviera una información veraz de lo que estaba visitando –afirma Font–. Es decir, las visitas no eran satisfactorias porque el visitante no se llevaba a casa el significado de nuestro patrimonio. Esto nos llevó a Catalonia Sacra”.

 

Debate

La iniciativa del proyecto surgió de los debates en el seno del Secretariado Interdiocesano de Conservación y Promoción del Arte Sagrado (SICPAS), que     reúne a los delegados diocesanos de Patrimonio Histórico de la Conferencia Episcopal Tarraconense, aunque su impulso definitivo fue hace cuatro años en Tenerife, en el marco de las XXIII Jornadas de Patrimonio Cultural de la Iglesia, que organiza la Conferencia Episcopal Española. “Fue allí en donde los delegados catalanes y la profesora Vidal nos decidimos a lanzarnos a crear un producto eminentemente turístico desde el seno de la Iglesia. Una vez aprobado, con la colaboración de la Generalitat, que nos subvencionó dos años, comenzamos a hacer fichas y a darle cuerpo”, explica el delegado de Vic.
El gran objetivo de Catalonia Sacra es enlazar el creciente turismo religioso desde las grandes catedrales a las iglesias rurales más desconocidas. “Cataluña tiene un sinfín de iglesias fascinantes y prácticamente desconocidas. Su testimonio nos relata una historia de mil años y nos revela quiénes somos”, afirma Font, a la vez que explica cómo “consideramos las catedrales como la casa de Catalonia Sacra, porque en cada una de ellas habrá un punto de información desde el cual se informará a la gente de la ruta del propio obispado y de otras rutas en general más desconocidas”.
El sacerdote de Vic señala, además, que se trata de un proyecto con voluntad de permanencia y de crecimiento, que incluirá visitas guiadas y una web informativa, en la que se podrán ver fichas de unos 250 elementos del patrimonio religioso de la Iglesia catalana incluidos en unas 60 rutas, aunque se han catalogado 325 monasterios, iglesias, capillas y santuarios. Está previsto el día de la Virgen de Montserrat, el 27 de abril, como fecha de puesta en marcha del proyecto. VNC
Juan Carlos Rodríguez

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