Ignacio Uría: “Cuba fue y sigue siendo un país de misión”

Historiador, autor de ‘Iglesia y revolución en Cuba’

JOSÉ LUIS CELADA | Gracias a la “pasión y magisterio” de dos de sus profesores de Historia en los jesuitas (el P. Balbona y José Manuel Guerrero), el gijonés Ignacio Uría (1971) acabó decantándose por esta disciplina y se doctoró en Historia Contemporánea. Hoy, casado y padre de cinco hijos, vive a caballo entre Pamplona (es profesor en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra) y Washington, donde participa como investigador en el Cuba XXI Project de la Universidad de Georgetown. Y es la isla caribeña, precisamente, el objeto de estudio de su último libro: Iglesia y revolución en Cuba. Enrique Pérez Serantes (1883-1968), el obispo que salvó a Fidel Castro (Encuentro).

El arzobispo emérito de Santiago de Cuba, el recientemente fallecido Pedro Meurice, fue quien primero le habló a Ignacio de este personaje, de capital importancia en la historia cubana partir de 1953, “cuando lideró un movimiento ciudadano para evitar que fusilaran a Fidel Castro tras el asalto al cuartel Moncada”. Un par de conversaciones sobre el proyecto y el ofrecimiento para investigar en los archivos personales del prelado acabaron por convencerle y le animaron a comenzar el trabajo.

No fue fácil, porque al autor de la obra se le presentaron “dos grandes complicaciones”: la dificultad para acceder a fuentes inéditas, “ya que el régimen cubano dificulta (más bien prohíbe) el acceso a sus archivos”, y la superación de prejuicios, a favor y en contra, “también los míos”, que provoca la revolución cubana: “Muchos católicos, muchísimos, murieron (y mataron) por derrocar a Batista y, más tarde, por intentar derrocar a Castro”, recuerda, al tiempo que admite que mezclar revolución, Iglesia y Cuba es siempre “garantía de polémica”.

Merecedor del Premio Internacional Ateneo Jovellanos de Investigación Histórica 2010, lo cual le produjo al joven profesor asturiano una “satisfacción inesperada”, su estudio no solo debió sortear prejuicios, sino silencios: “Por miedo, por dolor o, simplemente, por querer olvidar”. Sin embargo, pese a haber podido entrevistarse con la hermana o la primera esposa de Castro, estos testimonios son “secundarios”, porque en su libro “prima la documentación”. Informes, cartas y expedientes; en español y en inglés; en Madrid, en Santiago de Cuba y en Washington…

En el nº 2.772 de Vida Nueva (entrevista completa para suscriptores).

Compartir