‘Nader y Simin, una separación’: juicios y culpas

J. L. CELADA | En su desesperación, uno de los personajes en litigio de esta historia reivindica la honorabilidad de los suyos mientras clama frente al juez de turno: “Juro por el Corán que solo somos seres humanos”. Su confesión es un llamamiento a que se haga justicia, pero también a tener clemencia con las miserias de su condición, la de individuos aferrados a la supervivencia a base de mentiras y de traiciones.

Nader y Simin son los protagonistas de la conmovedora producción iraní por la que todos ellos desfilan. Y a este matrimonio, abocado a una separación, debe su título, trance que constituye, además, el punto de partida de una narración magistralmente hilvanada en torno a los afanes de dos familias por salir adelante: una, intentando hacer frente a las penurias económicas; la otra, tratando de sortear una denuncia por agresión; ambas, lidiando con las leyes civiles y religiosas de un país que somete a las mujeres a la voluntad de sus maridos y que pone en cuarentena el futuro de sus jóvenes.

El nuevo trabajo de Asghar Farhadi, sin embargo, traspasa las fronteras de aquella sociedad islámica para plantear cuestiones (y dilemas morales) de alcance universal y compleja resolución. Tantos y tan profundos son estos interrogantes, que el espectador va y viene en busca de un culpable –manteniendo el suspense de las mejores tramas judiciales–, aunque rendido siempre al frágil equilibrio de unas criaturas que –como el padre enfermo o la hija adolescente– exigen un especial cuidado.

La misma atención que reclama el devenir de unos hechos sometidos a los engaños, amenazas y chantajes de ese puñado de demandantes, cuyas disputas se siguen librando en sus conciencias mucho después de comparecer ante los tribunales. Porque los sentimientos de culpa, las humillaciones, el honor mancillado o la dignidad perdida calan hasta las entrañas de tal modo que nadie escapa a la tentación de seguir ocultando la verdad y de alimentar falsas promesas de redención. Situaciones que traduce en sobrias imágenes y diálogos certeros la solidez de un guión que administra con aplomo la intriga, y que permiten el lucimiento de un sobresaliente elenco de intérpretes (¡ojo a la jovencísima Sarina Farhadi!).

Que Nader y Simin, una separación arrasara en Berlín no fue casualidad ni un capricho del jurado. Tras su aparente etiqueta de cine comprometido y de autor con sello persa, descubrimos una película que, sin veredictos ni condenas, nos sumerge en las pequeñas (y grandes) tragedias cotidianas de aquí y de allá; las que arraigan en la cobardía o la terquedad de nuestros actos y las que nos sugieren preguntas que quizá mañana todavía seguirán sin respuesta. Lo único cierto a estas alturas es que pequeñas joyas como esta no solo nos abren al misterio de la naturaleza humana, sino que nos reconcilian con lo más noble de este arte.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Jodaeiye Nader az Simin.

GUIÓN Y DIRECCIÓN: Asghar Farhadi.

FOTOGRAFÍA: Mahmoud Kalari.

MÚSICA: Sattar Oraki.

PRODUCCIÓN: Negar Eskandarfar y Asghar Farhadi.

INTÉRPRETES: Leila Hatami, Peyman Moadi, Shahab Hosseini, Sareh Bayat, Sarina Farhadi, Babak Karimi, Ali-Asghar Shahbazi, Shirin Yazdanbakhsh, Kimia Hosseini, Merila Zarei.

En el nº 2.772 de Vida Nueva.

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