Un intenso inicio de curso para la Vida Consagrada

Nueva Evangelización, Palabra de Dios, Formación y Vocaciones centran los trabajos

MAITE LÓPEZ | La Vida Consagrada (VC) y su entorno han comenzado el curso con fuerza. Son muchos los retos y las tareas que se le ponen por delante, más allá de la actividad, siempre complicada, de fijar el tan temido calendario de reuniones. Algunos de los encuentros y actividades son de carácter formativo. Unos son periódicos, otros más ocasionales. Las agendas comienzan a llenarse y los consagrados y consagradas tienen que multiplicarse para preparar adecuadamente sus actividades apostólicas (¡tantas y tan variadas!) y los distintos servicios y ministerios.

Uno de estos servicios es la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Sin ser propiamente para consagrados, los días 26 y 27 de septiembre se celebraron en Madrid las jornadas para vicarios episcopales, delegados y delegadas diocesanos de VC y asistentes religiosos de las federaciones monásticas. El tema de este año era La Palabra de Dios en la vida consagrada. El encuentro contó con la presencia de ponentes como Jorge Juan Fernández Sangrador, Ignacio Carbajosa Pérez y Pilar Avellaneda, aunque también hubo espacio para la información, la comunicación de experiencias y la oración.

Lourdes Grosso, Misionera Idente y directora del Secretariado de la Comisión, declaró a Vida Nueva que “las intervenciones fueron interesantísimas, cada una en su ámbito, y todos los asistentes valoraron tanto la profundidad en la reflexión teológica como la próxima publicación de las mismas en un monográfico”. Preguntada sobre la comunicación de experiencias, comenta que “fue un diálogo abierto con los obispos de la Comisión (estaban el presidente, Vicente Jiménez, así como Eusebio Hernández Sola y Joaquín Mª López de Andújar). Se trataron numerosos temas, resaltando la puesta en marcha del plan de formación de teología de la vida monástica que se ofertará a los monasterios”.

La Comisión organiza también otro tipo de encuentros, por áreas vocacionales (monjes, religiosos de vida activa, institutos seculares, orden de vírgenes, nuevas formas de VC) y temáticos. Lo más inmediato es la participación en la II Jornada de Nuevas Formas de VC que tendrá lugar en la Universidad de San Dámaso el 21 de octubre. Esta vez, se trata de una convocatoria abierta a superiores y miembros de gobierno de nuevas formas de VC, movimientos eclesiales y cuantas personas estén interesadas.

Sobre la transmisión de la fe

Recientemente (el 30 de septiembre y organizada por CONFER) ha tenido lugar la jornada de reflexión La Vida Religiosa ante la Nueva Evangelización para animar la reflexión de la Vida Religiosa (VR) española sobre la Nueva Evangelización y formular aportaciones a los Lineamenta para el próximo Sínodo de Obispos que tendrá lugar en 2012 bajo el lema La nueva evangelización para la transmisión de la fe.

La convocatoria alcanzó un alto nivel de participación y los bloques temáticos fueron precisamente los del documento sinodal, expuestos por distintos expertos en cada materia: la eclesiología, de la mano de Diego Molina, sj; la cristología, tratada por Bonifacio Fernández, cmf; y la catequética, por Emilio Alberich, sdb.

Solo este mes, CONFER prepara un curso de formación para superiores/as mayores (6 y 7); las tradicionales y multitudinarias Jornadas Nacionales de Pastoral Juvenil Vocacional (14, 15 y 16); la jornada para las juntas de las CONFER regionales y diocesanas (22); el encuentro de delegadas/os de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (22 y 23) y las jornadas de Misión y Migraciones (29 y 30).

Levadura en la masa

“Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas” (Lc 10, 38). Esta frase es recurso habitual para quienes reprochan a otros su exceso de actividad. Y también recordatorio para todos los cristianos de que los quehaceres diarios, si nos comen y nos carcomen por dentro, es que hay que replantearlos, en el fondo o en la forma. El pasaje es mucho más profundo que todo eso. Y nos obliga, si lo interpretamos correctamente, no a dejar de trabajar por el Reino (duramente y sin descanso), sino a hacerlo con serenidad, profundidad y gratuidad. Siempre, con gratuidad.

En el nº 2.771 de Vida Nueva.

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