Savio Hon, el hombre del Papa para China

DARÍO  MENOR. ROMA | Dos días antes de la pasada Navidad, la Santa Sede hacía público el nombramiento del salesiano chino Savio Hon Tai-Fai como nuevo secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, dicasterio vaticano más conocido por su anterior nombre, Propaganda Fide. “No es extraño que se elija para este puesto a alguien que venga de las tierras de misión. Lo que me sorprendió fue que el elegido era yo. En esta decisión veo dos motivaciones. La primera es que la Iglesia tiene un interés especial por la evangelización en China. La segunda, y esta opinión es compartida por muchos en Hong Kong y en el resto del país, es que el Santo Padre hizo un regalo de Navidad a China con esta decisión”, cuenta.

De 61 años, y tras pasar por diversos puestos de responsabilidad dentro de su congregación, Savio Hon enseñaba teología en el Seminario de Hong Kong antes de que Benedicto XVI le llamase a Roma. Hoy es uno de los protagonistas en las relaciones entre la Santa Sede y China. Prueba de la confianza que genera en el Vaticano es que fue elegido para traducir al chino el Catecismo de la Iglesia Católica. “En mi país se ha celebrado mi nombramiento. Por parte del Gobierno de Pekín no ha habido reacción, lo que es una buena noticia”, dice.

El nuevo secretario de Propaganda Fide no nació en una familia católica. “Mis padres vivían en la China continental. Cuando los comunistas tomaron el poder, escaparon primero a Macao y luego a Hong Kong, donde yo nací. Ellos no eran cristianos, pero apreciaban mucho la educación católica. Fui a una escuela salesiana en Hong Kong cuando tenía diez años, donde aprendí el catecismo, y recibí el bautismo cuando cumplí once años. Al año siguiente, los salesianos me invitaron al seminario menor. Mis padres, sobre todo mi madre, pensaban que a mí esta vida no me iba a gustar. Sin embargo, me fue muy bien. El Señor tiene su propio proyecto para cada uno de nosotros. Tras mi ordenación, mi padre y mi madre también se bautizaron”.

Savio Hon es un enamorado de la Vida Religiosa y de la fraternidad de la comunidad. Vivaz y alegre en el trato y con una memoria excelente, no gusta de lujos. Por ello ha descartado el apartamento con que cuenta Propaganda Fide en la sede de la céntrica Plaza de España para vivir en el Colegio Urbano, la residencia para jóvenes sacerdotes del dicasterio. “Aquí hay más vida y estamos todos en comunidad”, cuenta paseando entre los jardines del edificio.

En el nº 2.771 de Vida Nueva.

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