J. L. CELADA | Pakistán necesita “respeto a la libertad de religión y de conciencia, que es el sello de la justicia y la paz”. Así lo reconocía el secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Savio Hon Tai-Fai, en un mensaje enviado a la Iglesia local con motivo de la inauguración del Año de la Misión (1 de octubre de 2011-9 de septiembre de 2012) en el país asiático.
En el texto, difundido por Fides, el arzobispo salesiano se muestra satisfecho por poder “compartir el entusiasmo y la renovación misionera” de la Iglesia paquistaní, “una pequeña minoría en una sociedad de mayoría musulmana”, que “vive y se mueve en un marco que requiere una gran sensibilidad y gran amor a nuestros hermanos y hermanas musulmanes”. De ahí que destaque la “admirable perseverancia en la fe, la esperanza y la caridad” de la comunidad cristiana en medio de “las pruebas y tribulaciones” que padece.
La carta del prelado chino, leída a la asamblea de obispos, sacerdotes, religiosos y laicos reunidos en Karachi para abrir el Año de la Misión, sostiene que “el amor cristiano nos obliga al diálogo y a la promoción de relaciones positivas y constructivas con las personas de otras religiones y comunidades”. En este sentido, aunque desearía “una mejora urgente” de las mismas, considera “inspirador ver los esfuerzos realizados en Pakistán” y todo un testimonio “el hecho de que cristianos y musulmanes pueden trabajar y caminar juntos en paz”.
A punto de conmemorarse el 25º aniversario de la Jornada Mundial de Oración por la Paz (Asís, 27 de octubre de 1986), Hon Tai-Fai advierte que la paz “se ve como algo frágil en muchas sociedades”. Y, para defenderla, propone “el imperativo interior de la conciencia moral, que nos invita a respetar, proteger y promover la vida humana”, y que nos llama a “superar el egoísmo, la codicia y la venganza”; y “la creencia de la paz más allá de los esfuerzos humanos”.
En el nº 2.771 de Vida Nueva.
