Josep Maria Gavaldà Ribot: “El pluralismo ya existía en los inicios del cristianismo”

Director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Fructuoso de Tarragona

JORDI LLISTERRI | “Queremos que se conozca más la figura de santa Tecla, discípula de san Pablo, una figura destacable en el cristianismo primitivo por el hecho atractivo de ser una mujer que enseñaba, evangelizaba e incluso bautizaba en un período histórico en el que la palabra de las mujeres apenas tenía ningún valor social”. Este es uno de los objetivos del Congreso Internacional Tecla, discípula de Pablo, Santa de Oriente y de Occidente, que se celebrará en Tarragona del 27 al 29 de octubre.

El sacerdote Josep Maria Gavaldà, como director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Fructuoso, lleva meses trabajando en la organización, junto con la Facultad de Teología de Cataluña.

“Las Actas de Pablo y Tecla fueron escritas probablemente entre los años 189 y 195 por un sacerdote que fue depuesto por haber hecho circular el escrito en nombre de Pablo”. Documento, pues, polémico sumado al hecho que Tecla enseñara y bautizara. Pero según Gavaldà, hoy debe contemplarse con otra mirada: “Son hechos reales y que históricamente no se pueden negar, de la misma manera que no se puede negar que hubo diaconisas. Resulta hoy positivo evidenciar que el pluralismo ya existía en los inicios del cristianismo y que siempre acompañará a la Iglesia”.

Para resaltar la importancia de Tecla, Gavaldà remarca que “hay otras mujeres que colaboraron con Pablo y sus nombres aparecen en el capítulo 16 de la Carta a los Romanos. Pero el éxito y la popularidad del culto a Tecla superó a otras mujeres como María Magdalena”. En los siglos II y III su culto se extendió rápido. La peregrina Egeria ya describe su visita al martyrium de santa Tecla en Seleucia en el 384, e “incluso la liturgia bizantina otorga a santa Tecla los títulos de protomártir entre las mujeres isapostolos”.

Todas las Iglesias con orígenes paulinos veneran a santa Tecla. ¿Podría ser el caso de Tarragona? Santa Tecla es titular de la sede metropolitana desde su restauración tras la dominación árabe. Su culto, ¿es una evidencia más de que Tarragona es una Iglesia paulina? Hace tres años, el Congreso Pablo, Fructuoso y el cristianismo primitivo en Tarragona ya investigó la alta probabilidad que Pablo llegara a este lugar, quizás como deportado, y cumpliese así su deseo de evangelizar Hispania.

Las Actas que documentan el martirio del obispo Fructuoso de Tarragona en 259 ya dicen que “Pablo había manifestado cómo debía de ser un obispo”. “No disponemos de pruebas del todo objetivas, pero la tradición también tiene validez, que se debe reforzar o confirmar con otros argumentos históricos”.

Nuevas instalaciones

El congreso será la ocasión para empezar a disfrutar de las remodeladass instalaciones del edificio del seminario como un nuevo espacio para actos y conferencias. Este curso, el INSAF estrena nuevas aulas mientras avanzan las obras para convertir la parte alta de Tarragona en un centro de referencia cultural integrando por la Biblioteca del Seminario, el Museo Bíblico Tarraconense, el Museo Diocesano, entre otras iniciativas. Un proyecto en el que está dedicando todo su entusiasmo el arzobispo Jaume Pujol. “El edificio del seminario adquiere una nueva dimensión cultural, teológica y pastoral”, explica Gavaldà.

Con la reforma del plan de estudios, el INSAF optó por la especialización en cristianismo antiguo. Para ello, cuenta con el apoyo de los dos institutos de patrística de referencia mundial: el Agustinianum de Roma y el Instituto de Patrística de la Facultad de San Dámaso de Madrid.

Gavaldà habla de la posibilidad de promover congresos sobre el cristianismo primitivo en Turquía. Allí estuvo el arzobispo Pujol para remarcar las raíces comunes. Tarragona sigue el modelo de Fructuoso, que murió rezando por toda la Iglesia “extendida de oriente a occidente”.

EN ESENCIA

Una película: La vida es bella.

Un libro: On Death and Dying (1969), de Elisabeth Kübler Ross.

Una canción: Tú volverás, de Sergio y Estíbaliz.

Un deporte: practico la natación y me encanta el piragüismo.

Un rincón del mundo: El Sinaí (Egipto).

Un recuerdo de la infancia: los veranos en Salou, mis amigos madrileños, maños, etc., ir con ellos en bici todo el día, ir a la playa, perder la medalla de la Primera Comunión en la piscina y, sobre todo, todos los 6 de enero, con los Reyes Magos.

Una persona: Luigi Padovese, vicario apostólico de Anatolia y presidente de la Conferencia Episcopal Turca, que fue profesor mío en la Academia Alfonsiana de Roma y director de mi tesis doctoral. Asesinado en junio de 2010.

La última alegría: el pasado 2 de octubre cumplí 17 años… de sacerdote.

La mayor tristeza: siempre que he fallado a la amistad con alguien.

Un regalo: el Mariolino loco que me trajeron los Reyes; un buen vino.

Que me recuerden por… ser un buen sacerdote.

En el número 2.771 de Vida Nueva

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