José García Gondar: “Quise construir Iglesia, abrir puertas y crear fraternidad”

Párroco de Carballo (A Coruña)

JOSÉ RAMÓN AMOR PAN | El 4 de septiembre, con las cámaras de 13TV y Popular Televisión como testigos de excepción, dio comienzo en el Santuario Capilla El 4 de septiembre, con las cámaras de 13TV y Popular Televisión como testigos de excepción, dio comienzo en el Santuario Capilla de la Milagrosa de Carballo (A Coruña) el Año Jubilar Mariano concedido por la Santa Sede con ocasión del centenario de la construcción de este templo.

Es esta la última de las múltiples iniciativas pastorales que José García Gondar ha puesto en marcha en esta villa en los casi 40 años que lleva como párroco. “Llegué en 1972, después de cuatro años en Santiago como párroco de Salomé, capellán del Compostela Fútbol Club y profesor de Teología Pastoral en el Seminario Mayor. Me encontré con una iglesia clausurada por orden gubernativa por inminente ruina y un contexto socioeconómico muy depauperado. Las necesidades eran muchas, y todas acuciantes. Me propuse construir Iglesia y abrir puertas, crear fraternidad en torno a la mesa de Jesús”, rememora.

Y así fueron surgiendo el Centro Social, el Hogar de Mayores, el Comedor Social, los cursos de formación laboral financiados por la Xunta de Galicia y Cáritas Diocesana, la Escuela de Formación de Agentes de Pastoral, la Tienda Solidaria, el Banco de Alimentos… Todo ello, incluso físicamente, gira en torno al Señor. “Como nos dijo el arzobispo Julián Barrio en la misa de inauguración del Año Jubilar, a la que asistieron más de cinco mil personas, debemos tener a Dios como centro de nuestra existencia, vivir abiertos al prójimo y creer descaradamente en el bien. Con mis aciertos y mis errores, esto es lo que he intentado plasmar en mi vida sacerdotal todos estos años, con la cooperación de tantos compañeros curas –hay que superar el minifundismo pastoral– y la complicidad de las gentes de Carballo, tan generosas, tan cariñosas, tan agradecidas”, dice.

A la pregunta de por qué un Año Jubilar vinculado a un templo pequeño, sin mayor valor arquitectónico o artístico, que no tiene detrás una gran historia, nos pone delante el cartel con el lema del año santo (De la mano de María volvamos a una vida cristiana en familia), y afirma: “A veces nos exprimimos las neuronas buscando nuevas fórmulas pastorales cuando tenemos tres que, bien realizadas, son de una fecundidad asombrosa: la religiosidad popular vinculada a los santuarios, el Camino de Santiago y los funerales. Este Año Jubilar se enmarca en la primera de esas líneas. Aprovechando la devoción a la Virgen Milagrosa, tan arraigada en esta tierra desde que doña Basilisa construyese hace 100 años la capilla en agradecimiento a la curación de una grave enfermedad, queremos intensificar la pastoral familiar por medio de los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía y la acción caritativa”.

Casa para mujeres maltratadas

Como fruto visible de este año quedará una casa de acogid para mujeres maltratadas y, especialmente, para aquellas embarazadas que no quieran abortar y requieran de ayuda, el Hogar de Doña Basilisa. “Un sí pleno y gozoso a la vida”, explica este sacerdote de 68 años para quien el día parece tener muchas más que 24 horas –“yo descanso y soy feliz cuando trabajo”–, que cuida con esmero las relaciones con los medios de comunicación (desde hace 25 años, tiene un programa semanal de radio) y las nuevas tecnologías, y que fue vicario episcopal durante 12 años.

Todo lo cual no le impidió cuidar hasta el final con un inmenso cariño y entrega a sus padres, lo que demuestra aquello de “querer es poder”. Nos despide con una emocionada invitación para todos los lectores y amigos de Vida Nueva: “Venid en peregrinación a este rincón de la Costa de la Muerte. La Virgen Milagrosa y todos nosotros os acogeremos con los brazos abiertos”.

La clausura de este Año Jubilar será 2 de septiembre de 2012, con la coronación canónica de la imagen de la Virgen.

EN ESENCIA:

 

Una película: La serie Padre Casares.

Un libro: Vida y misterio de Jesús de Nazaret, de Martín Descalzo.

Una canción: Soio un soño, de Xocaloma.

Un rincón: la Playa de Razo.

Un deporte: caminar (y ver el fútbol).

Un deseo frustrado: no poder asistir a la primera misa de un sacerdote carballés.

Un recuerdo de infancia: el abrazo de mis padres el día que emigraron a Venezuela. Yo tenía ocho años.

Una persona: el cardenal Quiroga Palacios.

La última alegría: el Año Jubilar.

La mayor tristeza: que muchos de quienes hacen la Comunión y se confirman desaparezcan de la parroquia.

Un sueño: que todas las madres alumbren a sus hijos y los críen con amor.

Un regalo: tantos amigos que se entregan a las tareas parroquiales.

Un valor: irradiar alegría y esperanza.

Que me recuerden por… ser un buen cura, que sirvió e hizo el bien.

En el número 2.770 de Vida Nueva

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