El plan es la Nueva Evangelización

Las diócesis españolas apuestan por revitalizar la iniciación cristiana para abordar con nuevo ánimo y ardor la misión

FRAN OTERO | Con un tiempo de reposo suficiente desde la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), las diócesis españolas inician un nuevo curso pastoral. Nuevos retos, nuevas ilusiones, nuevos esfuerzos… Todo ello bajo un denominador común: la Nueva Evangelización.

Son estas palabras que se repiten en casi todos los nuevos planes pastorales, y también en los que todavía siguen vigentes. Es la línea marcada por Benedicto XVI, y que tendrá su culmen en el Sínodo para la Nueva Evangelización del año próximo. Precisamente, el magisterio de esta Papa está muy presente en los proyectos pastorales de cada diócesis, así como sus aportaciones en la JMJ.

También hay referencias en ellos a la iniciación cristiana, cuestión importante también en los últimos años, y sobre la que la Conferencia Episcopal Española (CEE) está preparando un documento.

Una de las sedes episcopales que estrena Plan Pastoral es Barcelona, un proyecto resultado, como dice el propio cardenal arzobispo, Lluís Martínez Sistach, “de una amplia participación de las parroquias, comunidades, consejos diocesanos e instituciones eclesiales”. Sus objetivos son claros e importantes, en la línea de lo antes comentado: el anuncio de Jesucristo a quien no lo conoce, especial atención a la pastoral de la iniciación cristiana y a las personas que piden los tres sacramentos que la configuran: Bautismo, Confirmación y Eucaristía; y, finalmente, vivir la solidaridad como expresión del amor y de la fe cristiana. Sistach explica asimismo dónde hay que poner el énfasis: “Quisiera remarcar que este nuevo plan, como el anterior, tiene una intención fundamental, que es la evangelización”.

Sin salir de Cataluña, en Lleida, como nos explica su obispo, Joan Piris, los objetivos fundamentales van en la misma línea: reactivación de la iniciación cristiana y la presencia de los cristianos en la sociedad. En torno a la primera cuestión, sobre la que se ha venido reflexionando durante este año, Piris ha presentado una serie de propuestas, entre las que se encuentran la potenciación de la formación de agentes de pastoral, la implicación de las familias que piden la Primera Comunión para sus hijos o la creación de unidades pastorales.

Sobre la presencia cristiana en la vida pública, propone realizar acciones concretas en Adviento y Cuaresma, el acompañamiento espiritual y pastoral de los laicos comprometidos, y la convocatoria, por parte del obispo, de un encuentro con cristianos comprometidos en política.

Julián Barrio, arzobispo de Compostela

En Jaén también tienen nuevo Proyecto Diocesano de Pastoral 2011-2014 bajo el título de Evangelizar con nuevo ardor, ligado también a la Nueva Evangelización. Como explica a Vida Nueva el deán de la Catedral y miembro del gobierno pastoral de la diócesis, Francisco Martínez Rojas, el plan ofrece tres objetivos, uno por cada curso: promover la presencia del laico cristianos en la tarea evangelizadora, presentar a la familia como ambiente insustituible para la transmisión de la fe, la vocación cristiana como respuesta a la llamada de Jesucristo, centrándose en la vocación al sacerdocio, y la vida consagrada.

En este primer curso, y con el objetivo de implicar a los laicos en la evangelización, se han propuesto una serie de objetivos, como la dinamización y renovación de los consejos pastorales, la implicación en la Misión Joven, el desarrollo de un plan de formación laical, la consolidación de la iniciación cristiana para niños a modo de proceso catecumenal o la creación de un cuerpo de lectores de la Palabra.

Acciones con el objetivo  de “encender en los cristianos el impulso de los orígenes, un nuevo espíritu misionero que implique a todos los miembros del Pueblo de Dios”. Porque, como se puede leer en el mismo plan, “ha llegado el momento de dedicar todas las energías a la Nueva Evangelización”.

“Tiempos apasionantes”

De forma parecida se expresa el obispo de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, en su carta al inicio del curso pastoral, quien percibe “unos tiempos apasionantes para la evangelización. Esta debe ser nuestra convicción a la hora de actuar y de programar”. El curso que empieza será fundamental, continúa, para poner los cimientos para la redacción de un nuevo Plan Pastoral. E insiste en la necesidad de la acción evangelizadora, asumiendo “que estamos en un tiempo nuevo, en una realidad cultural, social, económica y religiosa, que exige la búsqueda constante de nuevos métodos, nuevas formas y nuevas expresiones”.

En Bilbao, por su parte, siguen trabajando sobre el IV Plan Diocesano de Evangelización 2009-2013 Brille vuestra luz, un proyecto que tiene como objetivo fundamental revitalizar las comunidades, con atención a la Palabra de Dios, para ser testigos. Este curso, esta tarea se focalizará en la juventud. “La razón principal para la elección de esta prioridad se basa en que la pastoral de la juventud es uno de los ámbitos donde más se experimenta la necesidad de ser alumbrados y de alumbrar caminos renovados para la misión de nuestra Iglesia local”, explican a Vida Nueva desde la diócesis vizcaína.

Catequistas en Jaén

Una revitalización que afecta a parroquias, centros educativos, familias, comunidades, movimientos, e implica a varios departamentos diocesanos. Ahora, desde el inicio de curso, y hasta enero, habrá un periodo de reflexión y recogida de datos para después alcanzar conclusiones y propuestas.

En relación a la situación social y económica, se celebrará el 11 de mayo, como el año anterior, el Gesto Diocesano de Solidaridad. “Teniendo en cuenta que esta acción quiere recordar a personas y grupos más castigados por la crisis, en esta ocasión mirará al colectivo juvenil, especialmente azotado por el paro, la precariedad laboral o la desigualdad de oportunidades”.

En Ourense, sede vacante, la programación pastoral para este curso, que lleva por título Una Iglesia en serena espera, se ha propuesto tres objetivos específicos: asumir la palabra de Dios como luz para la vida y alma de la nueva evangelización; potenciar la vida de fe de las familias, para que acompañen a sus hijos en el proceso de la vida sacramental; y vivir la dimensión caritativa de la Eucaritía, para edificar comunidades humanizadas y humanizadoras. Palabra, sacramentos y caridad.

La familia y la juventud serán las prioridades para la diócesis de Ciudad Real los próximos tres cursos en el marco de la transmisión de la fe, tal y como explica su obispo, Antonio Algora.

En una cuestión mucho más específica se centra la Archidiócesis de Santiago de Compostela en su proyecto para 2011-2014. Bajo el título Señor, tú tienes palabras de vida eterna, tratará de resaltar el puesto esencial de la palabra de Dios en la vida eclesial. Serán tres cursos en los que se abordará esta cuestión desde el anuncio, la celebración y el testimonio.
En definitiva, todas las diócesis estrenan curso pastoral.

Con nuevo plan o no, abordan algo que es continuo en la Iglesia, y que quizá hoy, dadas la situación social y la secularización, conviene abordar con nuevos ánimos. Por tanto, la Iglesia en España tiene plan; ahora hay que plasmarlo y ver si funciona.

SALIR DE LOS TEMPLOS

Es la reflexión de Martínez Sistach, que reconoce que todos “necesitamos una actitud y una actividad más evangelizadora”. “Hemos de salir de los templo para ir por todas partes a anunciar a Jesucristo y su Buena Noticia. Es una exigencia gozosa de nuestro bautismo. Somos Iglesia, y esta existe para evangelizar”, añade en una carta a los fieles de su diócesis.

En su opinión, y ante la situación actual, “no nos podemos encerrar en nosotros mismos, sino que hemos de promover un trabajo animoso de evangelización”. “La fe crece al darla, y por supuesto, no se impone, sino que se propone, con un absoluto respeto a la libertad y a la conciencia de cada persona”.

LAS FUENTES

Es la de la Nueva Evangelización cuestión transversal, incluso esencial, de los planes que presentan y preparan las Iglesias locales en España. Una tarea que ha retomado con fuerza Benedicto XVI, para la que ha creado un nuevo dicasterio y convocado un Sínodo de Obispos. Precisamente, algunos planes beben de los Lineamenta, documento sobre el que se tendrá que reflexionar en cada diócesis de cara al citado sínodo.

También beben de la Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini y de muchos otros documentos que configuran el magisterio del Papa, incluidos sus discursos durante la JMJ de Madrid, el pasado mes de agosto. En algunos casos, como en Jaén, se ha echado mano de aportaciones de obispos españoles, en concreto, del arzobispo emérito de Pamplona, Fernando Sebastián, y su libro Evangelizar.

Todo ello con la firme pretensión de programar acciones que sigan haciendo lo de siempre, anunciar el mensaje de Jesús, pero con distinta forma y nuevos ánimos.

En el nº 2.769 de Vida Nueva.

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