‘Cooperatores Veritatis’ reivindica su identidad escolapia

JOSÉ RAMÓN NAVARO. VALENCIA | La nueva congregación religiosa ‘Cooperatores Veritatis de la Madre de Dios’ ha querido reforzar su vinculación al carisma de san José de Calasanz desde el mismo momento en que fue erigida canónicamente, el pasado día 8 en la catedral de Valencia. De hecho, en el comunicado que hicieron público ese día, afirman que “nos sabemos hijos de Calasanz y de la Orden que él fundó”; precisamente, de la que se separaron, hace unos meses, los 20 religiosos
–15 sacerdotes y 5 seminaristas– que constituyen esta nueva realidad eclesial.

Tras dos años de silencio, aclaran que “lo que está ocurriendo con nosotros no es que nos salimos de la Orden para defender nuestros proyectos o porque nos creemos mejores que los demás escolapios”.

Lo que ha ocurrido es que, “del tronco secularmente fecundo de san José de Calasanz, ha brotado un retoño que hunde sus raíces en la figura, espiritualidad y misión” de ese santo.

En su comunicado, niegan “que se nos haya forzado a elegir entre la Escuela Pía u otra experiencia del Pueblo de Dios”, en referencia a informaciones que afirmaban que la Santa Sede les había obligado a optar por los Escolapios o el Camino Neocatecumenal, al que están vinculados la mayoría de ellos.

Lo cierto, como ya informó Vida Nueva hace meses, es que el Vaticano les instó a “salir de la Orden y comenzar un nuevo camino desde un nuevo ente diferente de la orden de las Escuelas Pías, con una identidad clara y distinta del Instituto de los Padres Escolapios”.

La ceremonia de la catedral también sirvió para conocer el nombre exacto de la nueva congregación. Frente al inicial de ‘Cooperatores Veritatis, Pobres de la Madre de Dios’, desaparece la palabra “pobres”. Casualmente, ese nombre guardaba gran semejanza con la denominación de los escolapios: Clérigos regulares Pobres de la Madre de Dios.

En el nº 2.768 de Vida Nueva.

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