Guadalupe sigue esperando una respuesta

La sociedad extremeña pide gestos al Arzobispado de Toledo

F. J. PÉREZ VALERO. MÉRIDA| Que el arzobispo de Toledo no presida los actos religiosos del Día de Extremadura. La Asociación Cívica Extremeña Virgen de Guadalupe –Guadalupex– pidió este gesto de “generosidad” para resolver así “el anacronismo histórico” que supone “la pertenencia de Santa María de Guadalupe y 31 pueblos extremeños a la Archidiócesis de Toledo”.

El pasado 8 de septiembre, Extremadura volvió sus ojos al monasterio para celebrar el Día de la Comunidad Autónoma. La Virgen de Guadalupe es la patrona de la región, pero fue el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, quien, al cierre de esta edición, presidiría los actos. Desde Guadalupex explicaron que sería “un gesto de buena voluntad hacia los extremeños que delegara en los obispos extremeños la presidencia” en ese día festivo.

En un comunicado explicaron que Toledo “debe entender la llamada de los tiempos actuales y ser sensible al sentimiento mayoritario de los extremeños” para ir adoptando gestos “que ayuden a buscar una salida razonable a la actual”. Desde Toledo no se ha emitido ninguna nota sobre este asunto. Aunque, de otro lado, Guadalupex sostiene que “los tres obispos que conforman la provincia eclesiástica de Extremadura -Mérida- Badajoz, Coria- Cáceres y Plasencia- deberían, de forma oficial y solemne, fijar su criterio sobre la extremeñidad religiosa y pastoral de la Virgen de Guadalupe”.

Con ello, se conseguirá que “la sociedad religiosa y civil extremeña conozca el estado en que se encuentran las gestiones que se estén realizando ante el Vaticano, ante el Arzobispado de Toledo, ante la Nunciatura Apostólica o ante la Conferencia Episcopal”. Los prelados valoran el trabajo y las peticiones de Guadalupex, pero explican que no pueden convertirse en interlocutores en la resolución del conflicto.

El presidente de la entidad, Vicente Sánchez Cano, siempre ha hablado de  “dificultades de comunicación” con el Arzobispado de Toledo frente a la actitud de los obispos extremeños, “totalmente identificados”. A mediados de mayo, esta organización llevó a tres mil peregrinos ante el monasterio para reivindicar la “extremeñidad” de Guadalupe.

Y en febrero del año pasado, el Parlamento regional aprobaba por unanimidad una moción apoyando la integración de Guadalupe en el territorio eclesiástico extremeño “por la devoción de muchos, el fervor de otros y siempre y sobre todo por ser considerado como símbolo identitario que nos refuerza y nos une como pueblo”.  Los dos grupos con presencia en la cámara –PSOE y PP– aprobaron por asentimiento un texto en el que se mostraba “desde el más profundo respeto a la independencia y autonomía de la Iglesia católica para gestionar sus propios asuntos e intereses, su expreso apoyo a que Guadalupe dependa de una jurisdicción eclesiástica con sede en el territorio extremeño”.

En la Santa Sede

Fue entonces cuando el Arzobispado de Mérida-Badajoz explicó que la Santa Sede se encontraba “sustanciando” la posible incorporación a la Provincia Eclesiástica Extremeña. A través de un comunicado, añadió que “la comisión correspondiente de Roma ya se está encargando de este asunto desde hace tiempo, si bien no se puede avanzar con exactitud cuándo tomará una decisión definitiva”.

Por su parte, el obispo de Plasencia, Amadeo Rodríguez Magro, afirmó que los obispos extremeños “no han dejado jamás de activar el expediente sobre Guadalupe tanto ante el Arzobispo de Toledo como en los organismos romanos”. En este tiempo en el que se espera la decisión de Roma, Guadalupex ha conseguido devolver a la escena pública un asunto que solo aparecía cada año los días previos al 8 de septiembre. Ocupaba algún espacio en los periódicos y luego se olvidaba. Sin embargo, ha creado un movimiento reivindicativo que cuenta ya con la adhesión de cientos de asociaciones y entidades y decenas de miles de firmas.

Como cada año, el día de la Virgen de Guadalupe se prevé que los peregrinos llenen la plaza ante la que se abre la magna fachada mudéjar del monasterio. Tal y como hicieron en su día los Reyes Católicos, el emperador Carlos V y su hijo Felipe II, Cristóbal Colón o Juan Pablo II, buscan oración ante una imagen que posee, entre otros, el título de patrona “de las Españas”.

En el número 2.767 de Vida Nueva

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