Colegios sin abusos realidad o mito

(María Stella Rodríguez)

Hace pocos días nos fue revelada a través de un programa de la televisión nacional la historia real de un profesor condenado por abuso sexual de menores. La serie desarrolló un drama en donde las jóvenes fueron utilizadas violenta e inhumanamente por aquella persona cercana, su profesor de física, quien se iba ganando la confianza de cada una de ellas, de las directivas del colegio y de las familias de las víctimas. El desenlace fatal fruto de la presión psicológica y las amenazas del profesor, que llevó a una de las chicas al suicidio alertó sobre el cambio de comportamiento de quienes estaban siendo abusadas por él. Finalmente la denuncia y el apoyo solidario de unas jóvenes con otras y sus familias llevaron a que este delito no quede en la impunidad.

Vimos claramente la terrible influencia de las redes de pornografía que se lucran comercializando videos y fotografías que están muy lejos de exaltar la grandeza de la sexualidad humana, mafias que buscan como objetivo a los y las jóvenes y niños-as. Por tanto, debemos pensar en acciones que puedan desarrollar factores protectores en todos los ámbitos. Preguntémonos: ¿Qué acciones concretas se deben impulsar para frenar este flagelo? ¿En los colegio se buscan formas creativas para evitar que más estudiantes sean víctimas de estas redes? ¿En las familias buscamos un clima de diálogo y cercanía con nuestros hijos e hijas para crear confianza y apoyo?
No debemos llenarnos de temores y desconfianza. El maestro seguirá siendo esa persona que guía y fortalece el proyecto de vida de sus alumnos, los centros educativos ese segundo hogar en el que se aprende y se crece y los padres de familia propiciadores de valores fundamentales. Desde luego, este ideal requiere de compromiso, amor y lealtad.

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