Tras enfermedad, gobierno de Chávez busca acercamiento con Iglesia católica

También se plantea cambios de estrategia en su forma de comunicar

 

El cáncer que padece el presidente Hugo Chávez está teniendo repercusiones de todo tipo. No se trata solamente de un nuevo “look”, como bromeó el jefe de Estado venezolano este 1 de agosto, cuando apareció rapado tras su primera sesión de quimioterapia. Chávez ordenó suprimir la palabra “muerte” del lema central de su gobierno y recomendó que dejara de usarse el color rojo de forma exclusiva en sus filas, como venía siendo costumbre. Otra señal, menos evidente, pero igualmente significativa, resulta el acercamiento que el gobierno ha buscado con la Iglesia católica, con cuya jerarquía ha mantenido por más de una década un enconado enfrentamiento.

Aunque la sociedad venezolana sigue sin tener detalles sobre la salud presidencial, al punto de que no se sabe con exactitud cuál órgano es el que fue afectado por el cáncer, este padecimiento es nombrado cada día por el mandatario en breves cadenas nacionales de radio y televisión, en las que el mandatario simbólicamente se muestra al frente de las riendas de su gobierno. Como es su costumbre, Chávez habla en sus intervenciones públicas tanto de asuntos de gobierno como de su vida personal. Sin embargo, pese a lo parlanchín que resulta en muchas ocasiones el mandatario, no ha dicho con exactitud de qué fue operado, cuáles partes de su cuerpo están afectadas por el cáncer, ni tampoco la envergadura de esta enfermedad.
De acuerdo con analistas, este secretismo está relacionado con el impacto político que dicha información pueda tener sobre la sociedad venezolana, especialmente porque en 2012 habrá elecciones presidenciales. Chávez ha dicho que desea reelegirse, pero obviamente la evolución que tenga su cuerpo terminará teniendo la última palabra.
Como parte de los cambios políticos más significativos, tras conocerse la enfermedad que padece el líder venezolano, está su decisión de transformar radicalmente la consigna de su gobierno. Hasta hace poco el lema oficial era “Patria, socialismo o muerte. Venceremos”. Se trata de un slogan que tiene mucha semejanza con el de la Cuba gobernada por los hermanos Fidel y Raúl Castro, de quienes Chávez se manifiesta admirador. En un contacto telefónico con el canal gubernamental VTV, el mandatario lanzó el nuevo lema: “Independencia y patria socialista. Viviremos y venceremos”. Dijo que era sólo una propuesta y explicó el cambio: “Sin independencia no habría patria y mucho menos socialista. Son etapas de una visión estratégica”. Apuntó que era necesario revisar el discurso y ser autocríticos. En el mismo sentido cuestionó que todos sus seguidores se uniformaran con el color rojo, que venía siendo el símbolo de la “Revolución Bolivariana”.
El cardenal y arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, rápidamente reaccionó y saludó positivamente estos cambios. “Sin duda que lo que debe invocarse es la vida”, dijo. Para algunos analistas, el “Patria, socialismo o muerte” ya no puede convivir ni con la realidad política del chavismo ni con el estado de salud del Presidente. El politólogo Nicmer Evans recordó que la frase “Patria o muerte”, atribuida al Che Guevara y convertida por Fidel Castro en consigna de la revolución cubana, nació para dar fuerza en el contexto de la Guerra Fría. El lema (con “socialismo”) fue bautizado en Venezuela por Chávez el 10 de enero de 2007, ante la Asamblea Nacional. Evans comentó que el plan del gobierno de extrapolar la intención cubana funcionó como expresión de un momento político determinado. Pero sostuvo que ya no lo hace más.
En tanto, otro cambio importante pero menos público lo constituyen los puentes de acercamiento que el gobierno está haciendo con la cúpula de la Iglesia católica. Un alto representante del clero venezolano le confirmó a Vida Nueva que tras el problema de salud de Chávez, y la reacción solidaria de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), hay un clima favorable entre ambos actores, que han tenido más de una década de duros enfrentamientos y cuestionamientos. Tras conocerse que el presidente padecía cáncer, altos prelados de la CEV llamaron a la oración por la salud presidencial; el obispo Mario Moronta encabezó una misa con altos funcionarios públicos a la que asistió Chávez, entre otras manifestaciones de solidaridad. Todo ello ha repercutido favorablemente, aunque aún es prematuro para saber si tales señales tendrán un efecto en el largo plazo. VNC
Andrés Cañizález

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