Episcopado argentino preocupado por expansión en consumo de drogas

Alertan por el aumento en la disponibilidad de sustancias ilegales

La Conferencia Episcopal Argentina, a través de la Comisión Nacional de Pastoral de la Drogadependencia, denunció que “el flagelo del consumo de drogas se va expandiendo como una mancha de aceite que busca cubrirlo todo” y que para comprobarlo “no hace falta ir tanto a los libros o a internet”, sino que “alcanza con mirar nuestros barrios, escuchar a los docentes, a las familias”. En un documento difundido por la citada Comisión se hace un fuerte alegato en contra de la despenalización del consumo de drogas, tema que actualmente está en el debate nacional en el marco del proceso electoral que culminará en octubre con los comicios generales para elegir a quien sucederá en el poder a la presidente Cristina Fernández de Kirchner.

La Iglesia en Argentina a través de esta comisión creada específicamente con la finalidad de atender el tema viene desarrollando una intensa actividad de docencia y advertencia respecto de la expansión del tráfico y el consumo de drogas en el país, situación que también ha sido señalada por dirigentes sociales y políticos de diferentes tendencias.
Según se señala en el reciente documento eclesiástico “hay mayor disponibilidad de sustancias” que “se pueden conseguir con facilidad” y en los barrios los niños y los adolescentes conocen lugares en los cuales se vende, “algunos de estos también cerca de las escuelas”.
La Comisión sostiene que “ha crecido el narcotráfico” como consecuencia de “menos control, más sobornos, más amenazas, más traslado de soberanía a bandas mafiosas que se adueñan de barrios enteros”. En ocasiones anteriores han sido los sacerdotes que realizan su labor pastoral en los barrios más humildes de Buenos Aires quienes denunciaron la proliferación de lugares de venta de drogas y como consecuencia de ello recibieron amenazas anónimas que en su momento fueron reveladas por el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de la ciudad capital y presidente del Episcopado.
Ahora la Comisión de Pastoral de la Drogadependencia sostiene que “debemos aceptar la realidad que nos desafía y preocupa: el tema es conocido pero no está asumido por la sociedad en su conjunto”.
Respecto de quienes consumen se dice que “la persona que se droga es víctima de un malestar que tiene que ver con el sentido mismo de su propia existencia, con el sentido de la vida”. Y frente a ellas, se agrega, “la sociedad tiene un doble discurso: por un lado promueve la búsqueda de placeres fáciles, de “pasarla bien”, de consumismo, confundiendo a nuestros niños y adolescentes con mensajes equívocos; y por otro, no brinda igualdad de oportunidades para acceder al ejercicio de los derechos elementales a la educación, al trabajo, a la salud…”
Respecto de la despenalización la Comisión sostiene en forma tajante que “todo camino que oriente a la legalización de las drogas no es bueno” agregando que “en los informes mundiales sobre drogas de las Naciones Unidas se rechaza sistemáticamente esta postura y dicen textualmente que sería un error colosal terminar con la fiscalización de las drogas”.
Pero al mismo tiempo la Iglesia Católica en Argentina asegura “que la droga no se combate solo con intervenciones de índole sanitaria y judicial” sino que “es necesario crear relaciones humanas ricas en valores espirituales y afectivos, y hacia allí orientamos nuestros esfuerzos”, porque “la lucha contra la drogadependencia se gana con la educación y la prevención, y hacia allí debemos direccionar nuestra energía”.
Se señala también que hay, de parte del Estado, “escasa formulación de políticas públicas para asistir a los que padecen la adicción” y que, al mismo tiempo, “existen sospechas sobre la vinculación de los dineros del narcotráfico con varias actividades de la vida nacional”. Se demanda mayor eficacia en la persecución del delito y en los controles fronterizos, donde se registran deficiencias frente a las cuales “a veces pareciera que hay gente a la que no le interesa frenar el daño que se provoca, sino todo lo contrario”. VNC
Washington Uranga
Buenos Aires

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