El balance del Papa: “La JMJ 2011 ha sido un acontecimiento eclesial emocionante”

Benedicto XVI, feliz, repasa los momentos que más le han marcado en Madrid

Benedicto XVI, ayer en Castel Gandolfo

ANTONIO PELAYO. ROMA | A Joseph Ratzinger se le nota el cansancio en la voz, sobre todo cuando canta. Ayer miércoles 24 de agosto, al entonar el Pater Noster antes de bendecir a los peregrinos que llenaban hasta rebosar el patio de la residencia estival de Castel Gandolfo, era evidente que acusaba el esfuerzo realizado durante los cuatro días de su estancia en Madrid.

Pero, al mismo tiempo, el Papa rebosaba felicidad al comentar la JMJ 2011 de la capital española con términos no habituales en él: “Los extraordinarios días transcurridos en Madrid”, dijo, “un acontecimiento eclesial emocionante”, “una formidable experiencia de fraternidad, de encuentro con el Señor, de compartir y de crecimiento en la fe, una verdadera cascada de luz. Doy gracias a Dios por este don precioso que da esperanza para el futuro de la Iglesia”.

Al agradecer a los que han hecho posible la Jornada –desde el cardenal Rouco hasta los voluntarios– añadió esta frase: “No puedo olvidar la calurosa acogida que he recibido por parte de Sus Majestades los Reyes de España, así como de todo el país”.

Después, Benedicto XVI hizo un recorrido de los momentos que más le han marcado en su peregrinar español: el “entusiasmo incontenible” de los jóvenes al recibirle en Cibeles; el encuentro con las religiosas y los profesores universitarios en “el imponente Monasterio de El Escorial, rico de historia, de espiritualidad y de cultura”; o el “haber revivido con intensa participación las escenas de la Pasión y muerte de Jesús” en el Vía Crucis, porque, como comentó, “la cruz de Cristo da mucho más de lo que exige, da todo porque conduce a Dios”.

De su encuentro con los seminaristas en la Catedral de la Almudena, el Papa afirmó que está “seguro de que también en Madrid el Señor ha llamado a la puerta del corazón de muchos jóvenes”. Y de su visita a la Fundación Instituto San José, quiso resaltar “el gran respeto y amor que se siente ante toda persona”.

Por último, el Pontífice calificó los dos actos de Cuatro Vientos como “momentos muy intensos”, y recordó que “los jóvenes habían manifestado su exhuberancia y su alegría al celebrar al Señor en la Palabra y en la Eucaristía”.

“Una estupenda manifestación de fe”

“Queridos amigos –resumió sus impresiones–: el encuentro de Madrid ha sido una estupenda manifestación de fe para España, para el mundo y para todos. Para la multitud de jóvenes provenientes de todos los rincones de la tierra, ha sido una ocasión especial para reflexionar, dialogar, intercambiarse experiencias positivas y, sobre todo, rogar juntos y renovar el compromiso de enraizar la propia vida en Cristo, amigo fiel. Estoy seguro de que han vuelto a sus casas y vuelven con el decidido propósito de ser levadura en la masa, llevando la esperanza que nace de la fe”.

Había pocos españoles ese día en Castel Gandolfo y, por el contrario, eran numerosos los brasileños, de modo que Benedicto XVI pudo pasarles simbólicamente el testigo de la próxima JMJ, que tendrá lugar en Río de Janeiro del 23 al 28 de julio de 2013, con el lema Id y haced discípulos en todas las naciones.

Así lo ha visto la prensa extranjera

La prensa extranjera ha prestado notable atención a la JMJ y a la presencia del Papa en España. Han inflado, sin duda, la noticia de las manifestaciones anticlericales que tuvieron lugar en Madrid antes y durante la llegada de Joseph Ratzinger (“El Papa llega a una Madrid difícil”, titulaba el Herald Tribune). Muchos han seguido las pautas de algunos de sus colegas españoles que han hipertrofiado la contestación.

A falta de espacio, escojo algunas “perlas” encontradas en los periódicos: “La extremaunción a Zapatero” era el título de un artículo de Marcello Veneziani en Il Giornale de Milán. “Ratzinger ha vencido el desafío”, opinaba Andrea Tornielli en La Stampa.

Guillaume Goubert concluía así su editorial en La Croix: “A diferencia de tantos discursos defensivos y atemorizados que tantas veces oímos en los medios católicos, un Papa de 84 años ha sido, frente a la multitud de jóvenes en Madrid, un pedagogo de la confianza”.

Su colega de Le Monde, Sandrine Morel, creía que “en vísperas de unas elecciones anticipadas en las que la derecha conservadora parece favorita, el Papa ha preferido insistir en la importancia de la fe para hacer frente a una cultura relativista dominante”.

En el nº 2.765 de Vida Nueva.

En el nº 2.765 de Vida Nueva.

NÚMERO ESPECIAL de Vida Nueva

ESPECIAL JMJ 2011 MADRID en VidaNueva.es

Compartir