Los cristianos perseguidos, en la JMJ

Su testimonio tiene un valor incalculable para los demás peregrinos

FRAN OTERO | De gallina. Así estaba la piel de uno de los guías de la exposición sobre los cristianos perseguidos que ha organizado Ayuda a la Iglesia Necesitada en el entorno de la iglesia de San Jerónimo El Real, cuando mostraba fotografías en la que cristianos perseguidos no se resignaban y seguían su camino hacia delante sin rencor, sin juicio. Lo más sorprenden de una exposición donde se narran los ataques que sufren los que quieren seguir a Cristo es que en ningún momento se percibe venganza, odio…

Se muestra, simplemente, una realidad olvidada, y se pide una oración al final.

Allí están, en fotografías, países como India, Pakistán, Egipto, Angola, Irak, Bosnia… Impresiona. “Sabía que en algunos países odiaban a los cristianos, pero no hasta tal punto”, decía un peregrino. Lo mismo un religioso lituano.

Exposición de Ayuda a la Iglesia Necesitada en la JMJ 2011

Pero más que las fotografías lo que impresiona más es el testimonio de los propios peregrinos, que cuestionan a los demás católicos.

Peregrinos que exponen su vida por la fe, que no pueden entrar en la catedral de su país, solo van extranjeros, o que para llegar a Madrid han tenido que pedir visado de turista o trabajo. Es el caso de tres argelinas que reconocieron a Vida Nueva que vivir la fe cristiana en su país “es muy complicado”.

En Egipto no están muy lejanos los ataques a las Iglesias coptas (la Navidad pasada) que se cobraron la vida de decenas de cristianos. La situación parece haber mejorado después de la revolución, que se produjo a finales de enero, tal y como cuentan dos peregrinos procedentes de Asuán, al sur del país.

Precisamente jóvenes de Egipto y otros países de lengua árabe celebraron estos últimos tres días sus catequesis y eucaristías en la iglesia de los Jerónimos, donde pudieron, en muchos casos, expresarse como no pueden hacerlo en sus países. Una voluntaria española calificó lo vivido allí estos días de “impresionante”.

Pero son muchos los perseguidos, y en muchos lugares. China, Venezuela, Filipinas, Palestina… De hecho, tres de cada cuatro personas perseguidas o discriminadas por motivos religiosos es cristiana, hasta un total de 350 millones de personas. Unas cifras que superan a la discriminación por causas políticas, pero que sigue silenciada a nivel político y mediático. En cualquier caso, lo importante es el testimonio que nos dejan, su entrega y alegría.

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