El Papa anima a las religiosas a la “radicalidad evangélica” frente a la “mediocridad”

Benedicto XVI agradece la fidelidad y generosidad de las jóvenes consagradas

Benedicto XVI acompañado por varias religiosas

MARÍA GÓMEZ | El impresionante entusiasmo exhibido esta mañana por las religiosas jóvenes que se han encontrado a Benedicto XVI no admite muchos más calificativos. Aplausos, botes, cantos continuos… cada vez que veían el papamóvil por la pantalla de televisión habilitada para la ocasión, no cabían en sí de gozo. Por supuesto, las ovaciones no han sido menores tras el mensaje que les ha dedicado el Papa: “La Iglesia necesita de vuestra fidelidad joven”. [Mensaje íntegro]

Más de 1.600 religiosas jóvenes, la mayoría españolas, han acudido esta mañana al Monasterio de El Escorial para encontrarse con el Papa, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2011. Sus palabras han denotado, como él suele hacer, cariño y gratitud. “Vuestra vida de fidelidad a la llamada recibida es también una preciosa manera de guardar la Palabra del Señor que resuena en vuestras formas de espiritualidad”. Antes, el cardenal Antonio Mª Rouco Varela había destacado que “sin la aportación, sobre todo espiritual, de las religiosas, la JMJ no hubiera sido posible”.

Las religiosas no dejaron de manifestar su alegría

En la raíz del amor a Jesucristo

“Cada carisma es una palabra evangélica que el Espíritu Santo recuerda a su Iglesia”, ha comenzado Benedicto XVI, para, un poco después, explicar: “La radicalidad evangélica es estar ‘arraigados y edificados en Cristo, y firmes en la fe’ que en la Vida Consagrada significa ir a la raíz del amor a Jesucristo con un corazón indiviso, sin anteponer nada a ese amor”.

Precisamente “cuando se constata una especie de ‘eclipse de Dios’, una cierta amnesia” y hasta “un verdadero rechazo del cristianismo”, el papel de los consagradas reviste mayor valor. “Frente al relativismo y la mediocridad, surge la necesidad de esta radicalidad que testimonia la consagración como una pertenencia a Dios sumamente amado”, ha dicho el Pontífice.

“Comunión filial”

Sobre las condiciones necesarias de la radicalidad evangélica de la Vida Consagrada, Benedicto XVI ha recordado que esta “se expresa en la comunión filial con la Iglesia”, “con los pastores”, con “vuestra familia religiosa” y “apreciando también los otros carismas” y con “los laicos”.

“Finalmente, la radicalidad evangélica se expresa en la misión que Dios ha querido confiaros. Desde la vida contemplativa que acoge en sus claustros la Palabra de Dios en silencio elocuente y adora su belleza en la soledad por Él habitada, hasta los diversos caminos de vida apostólica, en cuyos surcos germina la semilla evangélica en la educación de niños y jóvenes, el cuidado de los enfermos y ancianos, el acompañamiento de las familias, el compromiso a favor de la vida, el testimonio de la verdad, el anuncio de la paz y la caridad, la labor misionera y la nueva evangelización, y tantos otros campos del apostolado eclesial”, ha subrayado.

“La Iglesia necesita de vuestra fidelidad joven arraigada y edificada en Cristo. Gracias por vuestro’ sí'”, ha finalizado el Papa, cuyas palabras han sido refrendadas por una nueva y gran ovación.

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