Encuentro de Coordinación del CELAM del cuatrienio 2011 – 2015

Con este punto de partida se presagia la realización de varios sueños

La nueva Presidencia del CELAM prendió motores con la primera reunión de coordinación del cuatrienio que se acaba de tener en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia, Bogotá, entre el 12 y el 14 de julio de este año. Durante tres jornadas de intenso trabajo, notablemente marcadas por la referencia bíblica en los momentos de oración y de reflexión, se persiguieron tres objetivos: una aproximación a la historia, el presente y la organización del CELAM; una experiencia de equipo de trabajo de los obispos y los ejecutivos de los Departamentos y Centros; la formulación del Plan Pastoral de cada una de estas dependencias.

Se congregaron cerca de 70 personas, casi todas obispos en razón del carácter episcopal de esta organización eclesial; entre ellos figuraban los cinco miembros de la Presidencia, los presidentes y miembros de los siete Departamentos, el Comité Económico  y los tres Centros, tres invitados especiales: Monseñor Octavio Ruíz Arenas, Secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización; Monseñor Fernando María Bargalló, Presidente de Cáritas de América Latina y el Caribe; Monseñor Carlos Berlié Belaunzarán, Miembro de la Comisión Católica de Migraciones. Participaron también los ejecutivos de cada uno de los Departamentos y los Centros, casi todos sacerdotes a excepción de una hermana y de una laica, y las secretarias. Todos vivieron una experiencia de fe que marcó la comunión y el diálogo y que se alimentaba diariamente con los momentos de Lectio Divina y la participación en la doble mesa de la Palabra y de la eucaristía, presidida, el primer día, por Monseñor Aldo Cavalli, Nuncio Apostólico en Colombia; el segundo, por Monseñor Rubén Salazar Gómez, Arzobispo de Bogotá y Vicepresidente; y el tercero, por Monseñor Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepantla y Presidente.
Este punto de partida orante se ligó a una inusual experiencia de integración personal que se prolongó durante varias horas del primer día, que marcó todas las jornadas y que no solo preparó, más que el trabajo en equipo, los equipos de trabajo, sino que también constituyó un anticipo profético de los elementos centrales del Plan Global para este cuatrienio: la vida plena en Cristo y la comunión misionera. Precisamente una vez refrescada la historia del CELAM, con una ponencia de Monseñor Guillermo Melguizo, e interiorizada su experiencia eclesial de comunión y servicio y su actual organización, con otra del Padre Leonidas Ortiz, Secretario Adjunto, Monseñor Santiago Silva Retamales, que dirigió magistralmente toda la metodología, expuso el Plan Global 2011 – 2014 como plataforma para el trabajo de los días siguientes: la elaboración del plan pastoral de los Departamentos y los Centros.
Este empeño específico se llevó a cabo por medio de una dinámica precisa y secuencial que cubrió tres momentos: de análisis, de decisión y de operatividad, adelantados independientemente por las Comisiones pero con momentos de intercambio en las plenarias y el explícito propósito de preparar una acción en red. Durante la primera sesión del jueves 14 toda la Asamblea escuchó a Monseñor Octavio Ruíz Arenas que disertó sobre la preocupación del Santo Padre acerca de la Nueva Evangelización, tema del próximo Sínodo de los Obispos. El liderazgo del nuevo Presidente, que cuenta con una larga historia de compromiso con el CELAM, y el apoyo de los obispos que lo acompañan en esta responsabilidad fueron determinantes en esta vivencia de comunión, de reflexión y de proyección, que fue evaluada muy positivamente al final.
Con este punto de partida se presagia la realización de varios sueños: la recuperación del liderazgo del CELAM en la marcha de la Iglesia latinoamericana y caribeña, la resonancia pastoral y vivificante de la Conferencia de Aparecida, el dinamismo revitalizador de la Misión Continental, la respuesta efectiva a las expectativas de las 22 Conferencias Nacionales, el impulso de la Nueva Evangelización en el Continente a través de nuevas formas de transmisión de la fe cristiana, una celebración renovadora de los ya cercanos 50 años de la apertura del Concilio Vaticano II, un acercamiento permanente a la realidad sociopolítica y cultural de nuestros pueblos  y, más aún, la centralidad de la Palabra de Dios en la vida y la misión de la Iglesia, tal como fue reflexionada en el Sínodo y propuesta por Benedicto XVI en la Verbum Domini.
Todo este esfuerzo va a ser afinado por la revisión de la Secretaría General que intentará darle una forma global a la acción del CELAM durante los próximos cuatro años, con una metodología homogénea en favor de la cohesión y la unidad, la procesualidad y la efectividad, la pertinencia y la creatividad. VNC
Gabriel Naranjo Salazar, CM

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