La Iglesia salvadoreña pide unidad frente a la violencia

El arzobispo Escobar denuncia la actual situación de inseguridad que padece el país

Un joven asaltante es detenido por la Policía

J. L. CELADA | El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, ha lanzado un llamamiento a las fuerzas de seguridad de su país y a los responsables de las instituciones implicadas en poner freno a la grave situación de inseguridad que padece, para que aúnen fuerzas y criterios en su lucha contra el crimen. Según informaciones recogidas por la Agencia Fides, el también presidente del Episcopado salvadoreño ha denunciado que “no se puede vivir en la situación en la que vivimos y continuar como si no pasara nada, es hora de poner fin a esta situación”.

En su opinión, la muerte de un ser humano en ningún caso se debe solo lamentar, sino que hay que conocer las circunstancias en que ocurrieron los hechos y pedir justicia. De ahí que el prelado considere que combatir la violencia es quizás más urgente que enfrentar la crisis económica actual.

Los altos niveles de inseguridad que registra el país avalan sus palabras. Hasta la fecha, en 2011 se contabilizan 77 estudiantes muertos y 114 asesinatos cometidos en el transporte público.

A principios de julio, sin embargo, funcionarios de seguridad pública emitieron un informe sobre sus actividades durante 2010 en el que juzgan “satisfactoria” la labor desarrollada por sus miembros: en la lucha contra la delincuencia, reconocen una “mejora” en comparación con 2009; y en el terreno de la seguridad, entre junio de 2010 y mayo de 2011, constantan que los asesinatos se han reducido en 400 casos en comparación con el mismo período del año anterior.

Mal social muy grave

No es la primera vez que Escobar Alas manifiesta su preocupación por la violencia que sacude al país centroamericano, calificándola de “mal social muy grave que debemos superar”. Ya el pasado mes de febrero, el arzobispo salvadoreño reiteraba su llamamiento “a las autoridades y a la sociedad en su conjunto para unir los esfuerzos, de modo que podamos superar este terrible mal”.

Asimismo, instaba a esas autoridades a investigar cada uno de los casos, de tal modo “que se haga justicia”. “Esta situación de violencia es muy grave, y todos tenemos que tener cuidado”, advertía entonces el prelado, al tiempo de invitar a todos sus compatriotas, “independientemente de su fe”, a apoyar la labor de las autoridades.

En el nº 2.763 de Vida Nueva.

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