La Iglesia en Castilla analiza su acción frente a la crisis

En el Encuentro de Verano también se habló de la JMJ y Las Edades del Hombre

Los obispos y vicarios de las diócesis castellanas, reunidos en Ciudad Rodrigo

M. Á. MALAVIA | Los obispos y vicarios de la Iglesia en Castilla se reunieron una vez más en su tradicional Encuentro de Verano. La jornada de este año, celebrada en Ciudad Rodrigo, los días 11 y 12 de julio, estuvo marcada por tres grandes ejes de análisis: la crisis social y económica, la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid y la exposición Las Edades del Hombre.

Respecto a las consecuencias de la crisis y el modo de encontrar respuestas concretas para sus víctimas, el obispo de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa, alertó sobre el modelo de pobreza que está surgiendo: “El nuevo pobre ya no es alguien excluido o marginado socialmente, sino que ahora son personas más normales, de clase media, más jóvenes –entre 40 y 50 años– y con formación”

También señaló el auge de los casos de matrimonios jóvenes en los que uno de los cónyuges ha perdido su empleo y se ven obligados a pedir ayuda a Cáritas, aunque, en muchas ocasiones, por vergüenza, acudan a otra más lejana de su propio entorno. Ángel Rivilla, vicario de Segovia y secretario de la Iglesia en Castilla, se congratuló por el ascenso de voluntarios que se está dando en Cáritas. Algo que, unido al incremento en las aportaciones económicas recibidas por la institución eclesial, evidencia una mayor concienciación de la sociedad.

Respecto a la JMJ, los obispos y vicarios explicaron cuál es la actividad seguida en cada diócesis respecto a la acogida de los peregrinos internacionales en la semana previa a la llegada del Papa y el viaje a Madrid de sus propios feligreses.

Iniciación cristiana

El arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, se congratuló del “éxito” que está registrando la presente edición de Las Edades del Hombre, Passio, que se está celebrando en las poblaciones pucelanas de Medina del Campo y Medina de Rioseco. Además, el prelado alabó la buena coordinación de las dos sedes –situación que se da por primera vez– y el hecho de que los visitantes suelan ver las dos muestras.

El arzobispo de Burgos y presidente de la Iglesia en Castilla, Francisco Gil Hellín, concluyó apelando a la necesidad de “la revitalización de la iniciación cristiana”. Un proceso que ha de empezar en “la familia, para que, con la ayuda de la Iglesia, haga verdaderos cristianos” y evite que “el medio ambiental no les lleve a crisis en su fe”.

En el nº 2.763 de Vida Nueva.

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