Colombia aguarda con fe y optimismo la JMJ de Madrid

Más de 3.500 jóvenes integran la delegación, seleccionada por parroquias

Grupo de jóvenes confirmandos de Bucaramanga

JIMMY ESCOBAR G. BOGOTÁ | A menos de un mes de la partida de los 3.600 muchachos y muchachas que integran la delegación colombiana que participará el próximo mes de agosto en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Madrid, los responsables de los 15 grupos procedentes de distintas regiones del país constatan el alto grado de fe, compromiso, optimismo y expectativas que llevará hasta la capital de España a cada miembro de su expedición.

En un primer momento, la Embajada española en Bogotá había aprobado un cupo de 1.500 visados, pero por expresa solicitud de la organización en Colombia –con el apoyo determinante del nuncio apostólico, Aldo Cavalli– se concedieron 1.100 cupos adicionales.

Más del 80% de estos jóvenes costeó por su cuenta su participación, mientras que menos del 20% fueron financiados totalmente por alguna diócesis o comunidad católica. Ahora bien, en ambos casos, la inversión media por participante no supera los cinco millones de pesos (algo más de 1.900 euros), un costo relativamente bajo, comparado con las ofertas comerciales de viajes vigentes.

La rigurosidad en la selección de participantes fue absoluta desde un principio. De hecho, el principal criterio para integrar la delegación fue un elevado grado de compromiso y trabajo del joven en su parroquia. Cada uno de ellos cuenta con el certificado de una parroquia y una carta de presentación de un sacerdote.

Adicionalmente, se emprendió una ardua tarea de información por parte de los líderes de grupo. “Se llamó a cada párroco para verificar datos y antecedentes del joven, cosas como: ‘¿Usted conoce al muchacho, padre?, ¿conoce a su familia?, ¿hace cuánto trabaja con la parroquia?…’. Todo un proceso que tomó más de un año”, explicó el sacerdote Roberto Arenas, director del Departamento de Juventud e Infancia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).

Arenas, que es uno de los coordinadores de todo el dispositivo puesto en marcha por parte del propio Episcopado, ha reconocido, asimismo, que el compromiso no termina ahí, sino que más bien se reafirma. “El que va, vive la experiencia, y llega a replicar eso en su diócesis, en contacto y coordinación con el delegado diocesano de su zona pastoral; no será una rueda suelta, llega a trabajar en equipo; ante todo, a apoyar la pastoral de multitudes en la pastoral juvenil; la idea es que venga fortalecido en su fe y regrese a colaborar. Ese es el objetivo de la jornada”, añadió.

La delegación colombiana al completo partirá desde dos ciudades: Medellín y Bogotá. La salida tendrá lugar los días 8, 9 y 10 de agosto en vuelos regulares, por cuanto no fue posible embarcarlos en flotas completas. Inicialmente, llegarán a Granada, en el sur de España, donde se alojarán en casas de familias en las que permanecerán de a dos jóvenes por hogar durante un período de prejornada.

Las razones por las que los colombianos inician su andadura en la JMJ en la ciudad andaluza son de carácter histórico. Entre ellas, que el nombre colonial de Colombia alguna vez fue Nueva Granada; que allí se encuentra la tumba de los Reyes Católicos, impulsores del viaje de Cristobal Colón al continente americano; y que cuenta con un monumento de tanto interés histórico-turístico como la Alhambra.

‘Oportunidad interactiva’

La JMJ de Madrid será también una “oportunidad interactiva” para la Iglesia colombiana, según el sacerdote Juan Carlos Cárdenas, subdirector de Pastoral Social. Porque, gracias a las nuevas tecnologías, se observará la dinámica comunicativa de los participantes en el encuentro. Durante esos días, las retransmisiones radiofónicas por el circuito de emisoras católicas desde distintas ciudades del país darán cuenta de las actividades y encuentros programados e informarán sobre detalles y recomendaciones para los participantes.

También la página web del Episcopado (www.cec.org.co) retransmitirá todos los días en directo diez minutos de cada jornada, tarea comunicativa que correrá a cargo de dos comunicadores que se incorporarán a la delegación como equipo de apoyo y logística para la ocasión.

En el nº 2.761 de Vida Nueva.

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