EDITORIAL VIDA NUEVA | Se acaba de cumplir una año de la entrada en vigor de la reformada Ley del Aborto, que considera el abortar como un derecho más. Más allá de consideraciones y datos, sería interesante reflexionar sobre la atención que la Iglesia, y las asociaciones que de ella nacen, brinda a las mujeres embarazadas y a las que, engañadas u obligadas, decidieron abortar.
Esas actitudes funcionan mucho más que las acusaciones, las condenas, las polémicas políticas… Está en juego la vida de una criatura. También funcionan el diálogo, el acercamiento, la confrontación positiva de posturas… Apoyemos la defensa de la vida responsablemente, sin provocar alejamientos contrarios a los que buscamos. La formación es fundamental.
En el nº 2.761 de Vida Nueva (del 9 al 15 de julio de 2011).
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