Cristianos de Pakistán protestan contra la ley antiblasfemia, el pasado noviembre
M. GÓMEZ | Tres años después de su creación, el Gobierno de Pakistán ha decidido eliminar el Ministerio federal para las Minorías Religiosas. La medida no solo daña a los cristianos, sino también a hindúes, sikhs y ahmadis, que ven mermada la protección de sus derechos frente a los ataques recurrentes de los extremistas islámicos.
El 1 de julio entraba en vigor la 18ª enmienda constitucional, un plan de descentralización que elimina seis Ministerios más (Alimentación y Agricultura, Sanidad, Trabajo, Desarrollo, Mujer y Deporte) y transfiere las competencias a las distintas provincias para dotarlas de mayor autonomía.
La disolución del Ministerio para las Minorías Religiosas se venía barajando incluso desde antes de que el ministro católico Shabhaz Bhatti fuera asesinado, el pasado 2 de marzo, por criticar la ley anti-blasfemia. En aquella ocasión, fue la intervención de los Estados Unidos lo que evitó su desaparición. Ahora, el actual ministro, el también católico Akram Masih Gill, no ha podido hacer nada.
Para los cristianos, la medida “hace desaparecer de la agenda del Gobierno central todas las preocupaciones relativas a los derechos de las minorías. Es como si Shabhaz Bhatti fuera asesinado una segunda vez”, lamentaba una fuete local citada por Eglises d’Asia.
Ante el temor de que la medida dé luz verde a los fundamentalistas para cometer nuevas agresiones contra los cristianos, Akram Gill ha indicado que el primer ministro, Youssouf Raza Gilani, le ha garantizado que va a proteger a las minorías y que una parte de las funciones del extinto Ministerio van a ser asumidas por uno nuevo, llamado ‘para la Armonía interreligiosa y los derechos del hombre’.
Frente a opiniones como la de Nazir Bhatti, presidente del partido político Pakistan Christian Congress, para quien la única solución es crear una nueva provincia de mayoría cristiana, otros abogan por resistir. El exministro y actual presidente de la ONG Alianza Mundial de las Minorías, Julius Salik, asegura la presencia de los cristianos a nivel federal es crucial y que deben hacer frente a la discriminación, informa la agencia Apic.
En el nº 2.761 de Vida Nueva.
