Unos 840 jóvenes de Bolivia asistirán a la JMJ de Madrid

La responsable nacional de Pastoral Juvenil Vocacional habla con Vida Nueva sobre los preparativos del viaje

Encuentro boliviano de Pastoral Juvenil en enero de 2011

RONALD GREBE. LA PAZ | Los jóvenes bolivianos que asistirán a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid el próximo agosto se prepararon durante varios meses en diferentes talleres de formación por todo el país siguiendo el programa mundial y la pedagogía planteada hace ya tres años por el Papa, explicó a Vida Nueva Gabriela de la Barra, responsable nacional de Pastoral Juvenil Vocacional.

La catequesis que se llevará a cabo en esta JMJ ocupó un lugar importante en esa preparación de los jóvenes, que fueron divididos en dos zonas: la del Oriente y Tarija, y la zona andina y Sucre. Los organizadores formaron grupos de diez personas para la oración y, también, para definir a qué lugar de España quieren ir, qué catequesis seguir y qué parroquias desean visitar, ya que la primera semana estarán en Granada y la segunda en Madrid.

La delegación boliviana estará presidida por tres obispos: Stanislaw Dowlaszewicz, auxiliar de Santa Cruz y presidente de la Pastoral Juvenil Vocacional; Krzysztof Bialasik, obispo de Oruro; y Jesús Juárez, obispo de El Alto, presente en todas las jornadas anteriores.

Los tres prelados, junto a seis sacerdotes y cuatro religiosas, acompañaran a los 500 inscritos de las diferentes diócesis. Asimismo, 340 jóvenes del Camino Neocatecumenal viajarán con el P. José Mª Martínez como responsable. Estos 840 jóvenes oscilan entre los 14 y los 25 años, y una minoría tiene entre 45 y 50 años, compuesta por los padres que acompañarán la delegación.

“Los jóvenes, que serán embajadores de Bolivia en este extraordinario acontecimiento, tendrán oportunidad de fortalecer lazos de amistad, de comunión eclesial y de hermandad al interior de las diferentes diócesis. Ellos, que son el futuro del país y de la Iglesia boliviana, consolidarán sus esfuerzos y anhelos en este encuentro con jóvenes de todo el mundo”, deseó el nuncio en Bolivia, Giambattista Diquattro.

Y es que, como reconoció De la Barra, la delegación llevará a la JMJ, primero, un mensaje de que los jóvenes siguen siendo la esperanza; no por la edad cronológica, sino por su alma viva. Un segundo mensaje de unión, “no porque vayamos juntos, sino porque es lo que queremos, lo que necesitamos, a Jesucristo vivo”. Y un tercer mensaje, “muy importante: que podemos ir y volver todos, porque España casi nos cierra las puertas por ser latinoamericanos”, lamentó.

“Nos parece muy injusto –añadió– que siendo un encuentro mundial de fe, de acción católica, se tengan tantos prejuicios y barreras entre las autoridades responsables de otorgarnos las visas. Queremos demostrar que vamos, participamos, vivimos nuestra fe, pero también volvemos a nuestros lugares de origen”.

Un grupo sin rencillas

Los participantes acudirán a Madrid mostrando “una integración nacional que sorprendió mucho en las diferentes diócesis, porque pensábamos que iba a ser un poco más difícil por la situación que se vive en el país, pero hay un eje transversal, que es Jesucristo”.

Por eso, aunque el viaje a España resulte caro y se noten las condiciones sociales, muy marcadas, entre los que se lo pueden pagar y los que no tienen suficientes recursos, “esperamos que estas cosas se vayan limando, porque es un grupo lindo, sin ninguna rencilla”.

Su intención es presentar la cultura boliviana, “que es muy variada y que se muestra en nuestra fe como expresión viva en la música, la vestimenta y los cantos que estamos preparando. No podremos presentar todo en las parroquias que visitemos, pero no importa, porque saldremos a bailar en las plazas o donde nos dejen”, relató De la Barra.

En este sentido, reivindicó la música boliviana no solo como expresión cultural, sino que “también se canta en nuestras parroquias, a diferencia de otros países, porque tenemos canciones muy nuestras, que nos identifican como jóvenes, y otras de compositores muy importantes, como Melgar, de Santa Cruz, y otras de la región andina”.

Los neocatecumenales, por su parte, se han organizado desde hace varios meses por su cuenta para realizar diferentes actividades de acuerdo con su carisma. Sin embargo, “vamos a tener un encuentro de todos los jóvenes bolivianos en Cuatro Vientos, para estar todos juntos y conocernos”, concluyó Gabriela de la Barra.

En el nº 2.760 de Vida Nueva.

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