Los obispos chilenos apelan al consenso en la crisis educativa

Reciente manifestación de estudiantes en Santiago de Chile

J. L . CELADA | En el marco de las recientes movilizaciones estudiantiles, la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) ha hecho pública una declaración subrayando la urgencia de buscar “propuestas de consenso y encaminar los procesos que permitan dar una respuesta a las justas demandas”. El mensaje de los obispos, que coincidió con la marcha de unos 20.000 alumnos de Secundaria por Santiago exigiendo mayor presupuesto para la educación pública, vio la luz pocos días después de que el presidente de la CECh, Ricardo Ezzati, recibiera al Colegio de Profesores y acogiera sus peticiones de una mediación eclesial en el conflicto.

En el texto –que lleva la firma del propio Ezzati y del presidente del Área de Educación, Héctor Vargas–, el Episcopado reconoce seguir con atención las demandas de sus jóvenes compatriotas, que “necesitan ser escuchados”. Así, aunque valora los esfuerzos realizados por mejorar la enseñanza en el país y aprecia los diálogos de las últimas fechas, también advierte de que el propio debate generado en torno a este tema “es signo de un malestar del que la sociedad en su conjunto debe hacerse cargo”.

Bajo el título Humanizar la educación, tarea de todos, desde la Iglesia católica se insiste en que “queda un largo camino por recorrer en la tarea de consolidar un modelo educativo con aprendizajes de calidad, justo y equitativo, en donde cada estudiante, al margen de su condición personal y social, tenga asegurada la formación necesaria para desarrollarse integralmente, construir un proyecto de vida pleno, y aportar generosamente toda su riqueza a la sociedad de su tiempo”. Algo que, a la vista de la actual situación, pone de manifiesto que hay “una grave deuda pendiente en esta materia”.

Convencidos de que “la educación es un bien público”, los prelados defienden que ese esfuerzo por mejorar la calidad de la enseñanza y hacerla más equitativa es “una tarea que nos involucra a todos”: Estado, instituciones educativas, docentes, familias y estudiantes.

Pero avisan que las soluciones excluyentes, las medidas arbitrarias y la violencia física o verbal no son el camino, ya que solo “una real voluntad de diálogo ayudará a enfrentar el delicado clima de polarización” actual.

En el nº 2.760 de Vida Nueva.

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