Una historia con 40.000 personajes

El ‘Diccionario Biográfico Español’ recoge a los protagonistas y secundarios de toda la Historia de España

Juan de la Cruz también tiene su entrada en esta obra

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | Una biografía, según Julio Caro Baroja, será siempre “un elemento de juicio esencial para entender una época y una sociedad”. Para entender un país como España, y su magnífica historia, hacen falta, al menos, 40.000 biografías. Esas son, nada más y nada menos, las que recoge una obra monumental: el Diccionario Biográfico Español, cuyos 25 primeros tomos acaba de publicar la Real Academia de la Historia. [Siga aquí si no es usted suscriptor]

Los otros 25 tomos —desde la letra “i” a la “z”—, de los 50 que tiene esta magna aventura del conocimiento, se editarán a un ritmo de tres o cuatro mensuales.

Hay biografías de todas las épocas de la historia, desde el siglo III a. C. —con el primer hispano del que se tiene noticia, el caudillo prerromano Istolacio—, hasta los nacidos en 1950, a excepción de los Príncipes de Asturias y los miembros del Gobierno, como la ex ministra Bibiana Aído, la más joven.

Gonzalo Anes, diretor de la RAH y director científico del Diccionario

Los 40.000 protagonistas de la Historia de España proceden de todos los ámbitos del desarrollo humano: Administración Pública, Artes, Ciencias, Letras, Economía, Armas… y, por supuesto, Religión. Por ello, hay que quedarse, sobre todo, con un dato que rebela César Ramos, el documentalista responsable de la Comisión de Filosofía y Religión, una de las doce en las que el director de la Real Academia de la Historia y director científico del Diccionario, Gonzalo Anes, ha dividido el trabajo de coordinación: “En el Diccionario aparecen más de 10.000 personajes de la Iglesia, aproximadamente un 30%. No olvidemos que la Iglesia ha tenido un gran peso a lo largo de la Historia de España”.

Y tanto. La valoración la hace el propio Ramos: “La presencia de la Iglesia a través de los personajes que nutren la comisión de Religión es numerosísima, teniendo en cuenta el cómputo general de los personajes del Diccionario. Nadie puede hacerse una idea de la información que incluyen estos biografiados, pues los trabajos han sido elaborados por verdaderos especialistas. Una primera ayuda la tuvimos apoyándonos un poco en los personajes que ya se biografiaron en el Diccionario de Historia de España dirigido por nuestro académico D. Quintín Aldea Vaquero, pero eso no fue más que el principio. A medida que iba contactando con estudiosos de las órdenes religiosas (cronistas e historiadores de cada una) iban saliendo a la luz cientos de personajes llenos de riqueza informativa (teólogos, canonistas, inquisidores, consejeros y confesores reales, conciliaristas, abades, obispos, fundadores, etc.). También cabe resaltar el gran trabajo que nos ha costado incluir a todos los santos, beatos y mártires, especialmente los olvidados por la dichosa ‘Memoria Histórica’”.

Esto significa que en el Diccionario se podrá conocer la vida y obras de todos y cada uno de los personajes pertenecientes a la Iglesia de nuestro país y los territorios de ultramar y europeos que formaron parte de la Monarquía española, resaltando la gran importancia de los misioneros en el Nuevo Mundo, sin olvidar los que llevaron la palabra de Dios a los confines de Asia.

“Me resulta difícil destacar personajes por algún motivo especial —afirma Ramos—, pues son miles los que destacaría. Me vienen a la mente santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz, san Francisco Javier, Bartolomé de las Casas, Alejandro VI, Calixto III o Benedicto XIII, por destacar personajes famosos”. Pero, como advierte el documentalista: “No solo estos personajes de talla internacional nutren nuestras páginas, sino también hombres y mujeres más humildes que con sus vidas y obras han realizado su labor de apostolado y que nadie conoce”.

Santa Teresa de Jesús, personaje destacado de la historia de España

La presencia de estos “secundarios”, como afirma el propio Ramos, son los que dan al Diccionario su verdadera riqueza: “Los principales están tratados, mal o bien, con más o menor rigor histórico, en muchas publicaciones e incluso en Internet se pueden encontrar referencias biográficas. Los que no están son los otros, los que yo llamo secundarios, terciarios y cuaternarios, que son los que engrandecen el Diccionario”.

Por ejemplo: Diego de Acebes, monje del Cister que acompañó a santo Domingo de Guzmán en la difícil lucha contra la herejía en Languedoc y Narbona a finales del XII y principios del XIII. Alón, obispo de Astorga y escritor del s. XII, quien recuperó muchas propiedades de la Iglesia que habían sido apropiadas por muchos nobles en el desgobierno de Doña Urraca. También se le atribuye la Historia Silense.

Vigila (s. X), que, junto a otros monjes (Sarracino y García), llevó a cabo la copia del códice en San Martín de Albelda, de más de 400 folios de gran formato, y que contiene la Collectio Canonica Hispana y la Lex Visigothorum. Pero Vigila no limitó su trabajo a la copia de estas dos grandes colecciones canónicas. En el folio 12v de este manuscrito se ven los nueve numerales árabes (no figura aún el cero), convirtiéndose en el primer testimonio conocido de este sistema de numeración en Occidente.

Gutierre Ruiz Dolea, obispo del s. XIII que consagró como catedral la mezquita mayor de Jaén en 1246 y acompañó a san Fernando en la conquista de Sevilla, cuya mezquita consagró al culto católico. José Fernández Moratiel (+2006), fundador de la Escuela del Silencio. Un verdadero maestro de vida espiritual.

Unos 5.350 colaboradores

El Diccionario Biográfico, en su conjunto, ha sido escrito por 5.349 colaboradores. Entre ellos, el coordinador de la Comisión de Religión y Filosofía del Diccionario, que preside Quintín Aldea y de la que forma parte Luis Suárez Fernández, quien destaca que “han colaborado con nosotros unos mil, y, más o menos, con todos he tenido una relación personal y directa. Con algunos ha sido más intensa. Pero debo decir que tanto a nivel de personajes como de biógrafos están todos los más importantes de la Iglesia de hoy. Y han hecho un trabajo increíble, sobresaliente y de gran categoría científica. Todos son verdaderas eminencias”.

Presentación del 'Diccionario Biográfico Español'

Y es que en este “logro de primera magnitud”, según define el Diccionario Biográfico Español el hispanista británico John Elliot, han colaborado Javier Campos y Fernández de Sevilla, OSA; Rafael Lazcano; el padre Damián Yáñez, OCSO; José Martín Brocos; Santiago Cantera, OSB; Luis Vázquez, OdeM; Javier Burrieza; Antonio Astorgano; Fernando Rodríguez de la Torre; el antiguo prior de Silos Miguel Vivancos Gómez, OSB; Vicente Cárcel Ortí; la postuladora general de las escolapias, María Luisa Labarta, SChP, entre otros.

“Para mí ha sido una gran satisfacción sacar a la luz y ayudar a inmortalizar a tantos hombres y mujeres de la Iglesia que no solo han contribuido a evangelizar a tantas almas, sino que gracias a ellos y en nombre de Dios han ayudado a los más desfavorecidos de la sociedad y también han contribuido a la educación y formación cultural de tantos niños a lo largo de la historia —resume Ramos—. Es sin duda la obra que más y mejor información recoge sobre los personajes de Iglesia”.

Estas palabras sirven también para el resto de biografías. Todas estarán disponibles en Internet cuando se agoten los mil ejemplares de la primera edición. En cualquier caso, ya figura un adelanto en el Centro Digital de Estudios Biográficos –www.rah.es– con todos los protagonistas de un Diccionario histórico, único y fundamental, pendiente desde el origen mismo de la Real Academia de la Historia en 1735, y que hace doce años ha retomado el actual director, Gonzalo Anes, promotor de una obra con más de seis millones de presupuesto. El colaborador e hispanista  Joseph Pérez afirma que “es el último brote, el más logrado, de una tradición de erudición que es honra de España”.

En el nº 2.756 de Vida Nueva.

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