15-M: “También ha de haber un despertar dentro de la Iglesia”

15M 2011 protesta jóvenes indignados

Jóvenes católicos reclaman un mayor esfuerzo a la hora de elaborar el discurso social

MIGUEL Á. MALAVIA – FRAN OTERO | Muchas instituciones de la Iglesia han reaccionado con prontitud al reto lanzado por el Movimiento 15-M. La Delegación de Pastoral del Trabajo de Madrid o la HOAC han publicado mensajes reivindicando una democracia participativa –algo que ya pedían los movimientos juveniles de Acción Católica en un amplio documento publicado con motivo de las elecciones del 22 de mayo–, el fin de la especulación financiera y la apuesta por un modelo de producción basado en la persona y en los intereses colectivos. A título personal, muchos jóvenes católicos asociados han participado en las acampadas y asambleas de distintas ciudades. ¿Están también ellos indignados?

La profesora Elisa García, opina que en estas movilizaciones “la Iglesia se hace presente, de forma invisible, pero activa”. Reflexiona sobre el apoyo que debería ofrecer a un fenómeno de este tipo y dice que tendría que posicionarse a favor si se consiguiera desterrar la idea de que el movimiento tiene connotaciones interesadas.

“Hay mucho de Dios en este movimiento y creo que los católicos tenemos una llamada a hacernos presentes en cualquier lucha en la que se antepongan los intereses de los más desfavorecidos frente a los poderosos y corruptos”, añade.

Críticas muy escasas

Algunos de los participantes, en conversaciones con Vida Nueva, aseguran que “son muy escasas las críticas a la Iglesia” y reconocen que, cuando estas se producen, “es porque ven a la Iglesia como parte del sistema de poder”.

Pese a todo, el sentir general no se muestra ofensivo con lo religioso, ni tampoco se han recogido tales propuestas en ningún manifiesto. David Cantero, presidente de ACG-J, aprecia en esto una cierta contradicción: “Desde hace mucho tiempo, son numerosas las instituciones de Iglesia que conviven con todo tipo de movimientos sociales y políticos que reclaman un cambio. Aun así, creo que el problema es interno, puesto que la gente ve que se pone más énfasis en otros temas”.

Reorientar la Pastoral de Juventud

“La cuestión social, política y económica –continúa David– está presente en departamentos y pastorales, como la recientemente publicada de los obispos del País Vasco y Navarra; pero, en las delegaciones de Juventud, el tema está relegado. Entiendo que la Pastoral de Juventud esté centrada en la JMJ, porque es importante, pero lo cierto es que ha llevado a que se haya descuidado un asunto esencial, que también construye el Reino de Dios”.

María Ángeles Blázquez, presidenta de la Juventud Estudiante Católica (JEC), quien también ha estado presente a título personal en la madrileña Puerta del Sol, valora “el gran trabajo asistencial de la Iglesia” en una fuerte época de crisis, pero demanda un mayor esfuerzo a la hora de elaborar un discurso social: “Parece que estamos demasiado ocupados en nosotros mismos, y hemos de mirar más hacia fuera. El Concilio nos enseñó que hemos de estar dentro del mundo, correspondiendo esa misión, sobre todo, a los laicos”.

Por otro lado, añade, “nos cuesta tomarnos en serio la política. Y el compromiso con esta no ha de ir por un lado diferente al de la fe. Ha habido un despertar en la sociedad, en los jóvenes. También ha de haber un despertar dentro de la Iglesia”. Entre las propuestas de la presidenta de la JEC, se encontraría el desarrollo de “una formación para saber estar dentro del mundo”.

En el nº 2.755 de Vida Nueva.

ESPECIAL MOVIMIENTO 15-M

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