Violencia postelectoral en el norte de Nigeria

Los obispos rechazan que se trate de enfrentamientos interreligiosos

El norte de Nigeria está envuelto en una situación de violencia postelectoral entre los partidarios del cristiano Goodluck Jonathan, que se presentaba a la reelección, y el exdictador militar Muhammadu Buhari. Al conocerse que el primero fue vencedor de los comicios presenciales del 16 de abril, los partidarios del otro candidato iniciaron una serie de ataques contra casas e iglesias de algunos estados del norte del país, de mayoría musulmana, que han costado la vida a entre 300 y 500 personas en la región de Kafachan y han provocado unos 14.000 desplazados internos, según un informe de la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Nigeriana.

Para el obispo de Oyo, Emmanuel Ade Badejo, se trata de una “violencia sin sentido. Los asesinatos y la destrucción en algunos estados del norte de Nigeria son una tragedia seguramente instigada y estimulada por personas y fuerzas que se obstinan en querer mantener en Nigeria los días oscuros de la corrupción y el fraude, y que son lo suficientemente potentes como para hacerlo”.
Badejo coincide con el resto de obispos y diversas entidades eclesiales al rechazar la interpretación de un enfrentamiento entre cristianos y musulmanes, y culpa a los políticos. “Debemos actuar con firmeza y rapidez. Los políticos no vienen de otro planeta. Están entre nosotros y sus acciones pueden ser observadas y estudiadas desde el punto de vista legal, si es necesario”, añade.

Políticos manipuladores

En las últimas décadas, en el norte de Nigeria se han asentado poblaciones provenientes del sur del país, mayoritariamente cristianas, y los políticos locales manipulan las diferencias entre “indígenas” y “huéspedes” para obtener poder. Justicia y Paz denuncia que, en relación con los recientes comicios, “algunos políticos del norte habían prometido hacer ingobernable Nigeria, sumiéndola en el caos y en la confusión, si fallaban en su intento de gobernar el país”.
El Consejo Interreligioso de Mujeres Musulmanas y Cristianas de Kaduna, en el norte, denuncian que “las masas resultantes de jóvenes inactivos son la principal causa de la violencia que padecemos”. Las mujeres quieren promover el entendimiento y la religión y piden que fomenten iniciativas interreligiosas. VNC
M. Gómez

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