Asesinado en su parroquia un sacerdote mexicano

Los fieles de la parroquia del Patrocinio de San José, en el barrio de Coyoacán, en el sur de Ciudad de México, recibieron con sorpresa e indignación la noticia del asesinato de su párroco, Francisco Sánchez Durán, de 63 años, aparentemente víctima de un robo. Su cuerpo fue encontrado muerto el pasado 26 de abril en la iglesia “con lesiones en el cuello”, hechas con un “arma punzocortante” que pudo ser “una pica de hielo”, según desvelaron fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF). Con este crimen, son ya 12 los sacerdotes asesinados en los últimos cinco años, informó el padre Manuel Corral, responsable de Relaciones Públicas e Institucionales del Episcopado mexicano.

Ya en el mes de febrero, fue asesinado el padre Santos Sánchez Hernández, de 43 años, de la Diócesis de Tuxpan. También entonces, se trató de un robo, como reconoció su obispo, Juan Navarro Castellanos. Él mismo, tras lamentar lo sucedido y pedir el esclarecimiento de los hechos, explicó que alguien se introdujo en la casa del padre Santos [en la comunidad de Mecapala, Estado de Puebla], tal vez para robar, y al ser descubierto atacó al padre, posiblemente con un machete, provocándole serias heridas, que a la postre lo llevaron a la muerte”.
En julio de 2010, quien corrió la misma suerte fue el padre Salvador Carlos Wotto, sacerdote de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, cuyos compañeros exigieron a las autoridades en una carta pública una investigación pronta y expedita. Otros asesinatos recientes fueron los del padre Habacuc Hernández Benítez, de 39 años, coordinador de la Pastoral Vocacional en la Diócesis de Altamirano, y los jóvenes seminaristas Eduardo Oregón Benítez, de 19, y Silvestre González Cambrón, de 21, perpetrados presuntamente por miembros del crimen organizado.
Ante estas muertes y tantas otras más, miles de manifestantes se organizan para salir a las calles en los próximos días en lo que se anuncia como la movilización más masiva contra la guerra al crimen organizado y contra la impunidad. La movilización, encabezada por Javier Sicilia, poeta católico que perdió a su hijo en este contexto actual de violencia, ha sacudido los corazones y las conciencias de miles de compatriotas que, como la muerte del padre Francisco, claman justicia.
Pablo Romo Cedano. México DF

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