A zaga de tu huella, un tesoro espiritual

MAITE LÓPEZ MARTÍNEZ | Algunos autores y grupos de música religiosa nacen, crecen y se desarrollan prácticamente en el anonimato, algo que podría dar mucho que pensar, hablar y actuar. De hecho, dentro del ámbito nacional de producción musical, hay que hacer a veces verdaderos esfuerzos para encontrarse con algunos discos que son pequeños tesoros escondidos de espiritualidad y que, por otra parte, prestan un auténtico servicio en distintos ambientes y comunidades.

Es el caso del segundo disco de Miguel Sánchez Vicente, ocd, y el grupo musical A zaga de tu huella, integrado por dos carmelitas descalzos, el propio autor y Ricardo Plaza, y las seglares Inmaculada y Ana Sánchez de la Peña. El disco lleva por título Vámonos a ver en tu hermosura, que es uno de los poemas de san Juan de la Cruz, y contiene 14 canciones, en su mayoría preciosas adaptaciones musicales de los poemas del místico nacido en 1542 en Fontiveros (Ávila) y fallecido en 1591 en Úbeda (Jaén), como La fonte, Noche oscura o Llama de amor viva.

Los temas han sido compuestos a lo largo de varios años, siendo algunos interpretados en distintas ocasiones y llegando a ser bastante populares en círculos carmelitanos, especialmente aquellos compuestos como himnos o cantos inspirados en poemas e imágenes del santo abulense (como A Juan de la cruz, Peregrinos o A zaga de tu huella, que da el nombre al grupo y fue el lema del IV centenario de su muerte).

El grupo, como tal, tiene su sede en Toledo y nació hace doce años con el único propósito de transmitir con sus canciones la espiritualidad teresiano-sanjuanista, cantando sus poemas. El presente disco puede considerarse continuación y complemento a su primer disco, Cántico espiritual, ambos producidos y distribuidos por la Editorial de Espiritualidad de los carmelitas descalzos.

En el número 2.754 de Vida Nueva

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