África es el continente que más está pagando la crisis

Los institutos misioneros de la Red África-Europa Fe y Justicia se reúnen en Bruselas

JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ SOTO BRUSELAS | Pocos dudan de que el trabajo de los misioneros en África está lleno de dificultades. Pero lo más frustrante debe de ser ver que, después de muchos años de organizar dispensarios o construir escuelas, la gente sigue siendo igual de pobre, o viene una guerra y destruye en poco tiempo lo que se ha levantado con mucho esfuerzo. Por esta razón, los superiores mayores de institutos misioneros decidieron, en 1983, dedicar personal para influir en las decisiones que se toman en Europa sobre África. Nació así la Red África-Europa Fe y Justicia, un creíble lobby católico que en casi un cuarto de siglo de existencia ha desarrollado una gran actividad.

La semana pasada, del 6 al 8 de mayo, 30 de sus miembros se reunieron en Bruselas para coordinar sus esfuerzos. Sus grupos nacionales, llamados ‘antenas’, están presentes en Francia, Italia, Bélgica, Holanda, Reino Unido, Irlanda, Polonia, España y Portugal. En la capital belga existe un secretariado que sigue puntualmente todo lo que se cuece en el Parlamento Europeo que pueda afectar a África: soberanía alimentaria, venta de armas, patentes de medicamentos… los mismos temas que las ‘antenas’ de cada país revisan y estudian.

La hermana Begoña Iñarra, secretaria general de la Red, expuso en detalle los efectos de la crisis económica en África: “Es el continente que menos ha contribuido a la crisis pero el que más está pagando sus consecuencias”. Wolfgang Schonecke, un padre blanco con largos años de experiencia en Uganda y Kenia, informó del trabajo realizado por la red en el Foro Social Mundial de Dakar en febrero y alertó del acaparamiento de tierras que tiene lugar hoy en África por parte de compañías extranjeras y que, además de privar a millones de africanos de una economía de agricultura familiar, está destruyendo los terrenos con el uso excesivo de pesticidas.

“No se trata de hacer política, sino de aplicar la Doctrina Social de la Iglesia”, afirmó el misionero alemán, quien lamentó, al mismo tiempo, que en esta actual época de crisis se recurra tan poco a este recurso de la espiritualidad cristiana.

Futuro

Durante las sesiones se constató que la ideología neoliberal, cada vez más en boga, amenaza una economía basada en la solidaridad. No obstante, sus miembros están decididos a seguir adelante. Los que estuvieron presentes reflejan la realidad de los institutos misioneros hoy: sacerdotes y religiosas europeos de edad avanzada junto con africanos consagrados mucho más jóvenes que son el futuro de la Iglesia misionera, y sin olvidar a algunos laicos que colaboran en las mismas tareas.

En el número 2.753 de Vida Nueva

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