Los cristianos deben apoyar el cambio democrático

La COMECE recuerda que las minorías de los países árabes deben ser protegidas

Después de décadas de impasses diplomáticos y de conflictos en Oriente Medio, los obispos de la COMECE ven en la primavera árabe un claro signo de esperanza. Los levantamientos populares en Túnez, en Egipto, en Libia y en otros países árabes son una llamada legítima de millones de personas a la libertad y a la dignidad humana”. Es la principal conclusión de los obispos de la Unión Europea (UE), emitida al final de la Asamblea Plenaria que han celebrado en Bruselas, del 6 al 8 de abril, sobre el tema Las Iglesias cristianas en el Magreb y Oriente Medio.

Convencidos de la necesidad de que fructifiquen en estos países los derechos fundamentales y la democracia, los miembros de la COMECE animan a los ciudadanos a que mantengan su compromiso con estos ideales, y rinden un homenaje especial a los jóvenes, “que han jugado un papel motor al iniciar y organizar estos levantamientos de modo valiente, pacífico y ecuménico”. Pero advierten del riesgo de que los cristianos se queden marginados en este proceso de modernización.
En el comunicado se recuerda, por una parte, que “los cristianos en esos países pertenecen a la misma ciudadanía que sus conciudadanos de otras religiones”. Por eso se pide a estos cristianos que “contribuyan, basándose en su fe, al cambio democrático al lado de sus conciudadanos”. Pero, por otra parte, los prelados no olvidan la “situación de opresión” de los cristianos de Oriente Medio y “el peligro de ver desaparecer el cristianismo de los lugares en los que ha nacido y lleva viviendo más de dos milenios”. Son palabras de Adrianus van Luyn, presidente de la COMECE y obispo de Rotterdam, en su discurso de apertura de la Plenaria, donde también alertó: “A pesar de la evolución de las últimas semanas, la situación de la minoría cristiana es precaria y hay que protegerla”.

Solidaridad con los refugiados

“¿Cómo puede apoyarse a estos países en el camino hacia la dotación de una Constitución, en la garantía de un Estado de derecho y los derechos fundamentales?”, se preguntaba Van Luyn, comprometiéndose, a continuación, a que la Iglesia ofrecerá su ayuda “para la reflexión y la elaboración de soluciones”.
Por último, la COMECE ha pedido “una solidaridad aumentada y concretada” de los Estados miembros de la UE no solo para promover la modernización y democratización de los países del Norte de África y Oriente Medio, sino también con respecto a los emigrantes y refugiados que están llegando a Europa. VNC
M. Gómez

Compartir