‘No tengas miedo’: amores que matan

Montxo Armendáriz regresa con una película sobre los abusos sexuales

J.L. CELADA | Con rumbo incierto y la mirada gacha, una veinteañera atraviesa las calles de su ciudad. Del hombro, el pesado violonchelo guarda un terrible secreto: quien mima sus cuerdas ha sido objeto durante años de otras caricias que escuecen, que queman por dentro; tanto que ahora su única melodía es un silencio ensordecedor.

Ella es la imagen y el punto de vista del último trabajo de Montxo Arméndariz, un pudoroso viaje que explora los abismos más oscuros y contradictorios de la condición humana para mostrarnos –sin prejuicios, tópicos ni lecciones– el estigma atroz de los abusos sexuales en la infancia.

En un interesante cambio de registro tras la literaria Obaba (2005), el realizador navarro nos acerca al perverso drama que sufren no pocos hombres y mujeres a los que un día alguien (casi siempre, un ser querido y/o cercano) les arrebató la inocencia. Es el caso de la protagonista de No tengas miedo (una Michelle Jenner contenida, pero profundamente expresiva), sometida en cuerpo, alma y voluntad a los reclamos de su padre (inquietante Lluís Homar), cuyo susurro –que da título a esta cinta–, lejos de tranquilizarla, provoca el efecto contrario.

No era un tema fácil ni cómodo el que decidió abordar el veterano director en su regreso al ruedo cinematográfico, pero ha sabido documentarse y encauzarlo guiado por tres principios que convierte en valores: respeto, compromiso e inteligencia. La que reclama también del espectador para seguir una narración sobria y elíptica, salpicada por los testimonios de varias víctimas (reales y de ficción), y que descansa –a menudo, cámara en mano– sobre los apagados ojos de la joven.

Una redención (personal, familiar y social) que, gracias a la sólida puesta en escena y a la valentía y honestidad del envite, no solo resulta creíble y necesaria, sino que permite al público sensibilizarse desde la más absoluta libertad ante un fenómeno tan complejo como abominable. Ojalá que esta película nos ayude, de paso, a perder el miedo al (buen) cine español.

En el nº 2.752 de Vida Nueva (crítica completa para suscriptores).

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