Renovado el entusiasmo de los capellanes militares

En su encuentro anual se identificaron dificultades y se replantearon objetivos

Al cabo de cuatro días del encuentro anual de capellanes de las Fuerzas Militares y de Policía, realizado en Bogotá, los 170 sacerdotes que tienen como misión pastorear al soldado, al policía, sin importar rango alguno en cada una de las unidades y guarniciones militares dispuestas en el país, coincidieron en tres grandes conclusiones, las cuales, se identificaron como norte de trabajo para concretar en cada uno de los sitios donde laboran actualmente.

“Primero, entrar en el campo de la nueva evangelización; segundo, tomar la determinación firme de ser una Iglesia en estado permanente de misión; tercero, iniciar la actualización de nuestro plan de pastoral, que aunque tiene estas características de misión y nueva evangelización, necesitamos ponerlo más al día para ser cristianos más adultos, verdaderos discípulos, que sean misioneros para anunciar al mundo la vida y el sentido que tiene el Evangelio en Jesús”, explicó el obispo castrense monseñor Fabio Suezcún.
Provenientes de regiones y sitios recónditos del país, cada uno de los 170 sacerdotes intervino para expresar lo más relevante de su experiencia como capellán en alguna unidad militar para coincidir también en una preocupación común: la corrupción. Un fenómeno que toca por igual a las Fueras Militares y de Policía y que como fenómeno tampoco escapa  a la atención de los capellanes. “No somos ajenos a todos los males de esta sociedad como se ve a través de los medios de comunicación que aunque sean individuos o pequeños grupos, sin embargo, están dentro de nuestra condición de estar sometidos a la corrupción, a tomar en sus propias manos soluciones que no son las correctas”, manifestó un sacerdote quien optó por omitir su nombre.
El obispo castrense consideró que se trata de un reto más en la órbita de los capellanes castrenses. “Ha habido intentos de corromper a las FM para lograr intereses de otra naturaleza… nos consta que hay problemas, por ejemplo cuando aparece de pronto un soldado que roba munición, armamento, que se presta a ser informante de los grupos subversivos… esas son cosas que conocemos y sobre las cuales, hay que mantener una línea de evangelización hacia la honestidad, la rectitud de vida y fidelidad”.
En la dinámica del encuentro, se habló también de la fe dentro de las Fuerzas Armadas.
“El conflicto repercute sobre las personas, sobre la familia y sobre la vivencia de la fe. En estos tres puntos  podemos resumir nuestro encuentro”, destacó monseñor Suezcún.
También se escucharon expresiones como: “el que está en el conflicto, no tiene tiempo para la familia”, identificándose así la inmensa necesidad que tiene el militar de atención espiritual.
Se busca que del conocimiento de esa compleja realidad, salgan caminos para diagnosticar también una clara perspectiva del obispado castrense, que desde allí y junto con la Sagrada Escritura, se replanteen objetivos y retos que se tienen que enfrentar.
Durante la jornada los capellanes también tuvieron oportunidad de escuchar al ministro de defensa Rodrigo Rivera quien los invitó a “buscar una estructura de   justicia y de paz, a tener unos corazones si bien es cierto duros para defender a los que están siendo atacados… también un corazón misericordioso para quienes quieran convertirse y volver al ceno de la sociedad”. Otro tanto escucharon del comandante del Ejercito general Alejandro Navas, quien destacó la importancia y necesidad de contar con un pastor en cada unidad militar del país. “La fe en la causa nos lleva a un comportamiento ético superior… esa mística que necesitan las Fuerzas Armadas para hacer de su trabajo verdaderamente un servicio por el hermano anónimo al cual defienden y por quien dan la vida”.
Así fue como se renovó el entusiasmo de los capellanes militares para continuar su misión en cada unidad destacada en el territorio nacional. VNC
TEXTO: J. Escobar
FOTO: Conferencia Episcopal

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