El obispo de Ciudad Rodrigo avanza alguna de sus prioridades en su toma de posesión
FRAN OTERO. CIUDAD RODRIGO | Ciudad Rodrigo se vistió de gala el pasado 9 de abril para recibir a su nuevo obispo, Cecilio Raúl Berzosa Martínez. En la bella catedral civitatense no cabía un alfiler. Se abrió incluso el coro de estilo plateresco, una de las joyas del templo realizado por Rodrigo Alemán y reservado para ocasiones especiales como la de ese día. Había expectación entre los ciudadanos mirobrigenses, a la que se unieron fieles de su hasta entonces diócesis, que trajeron consigo a la Banda de Gaitas ‘Ciudad de Oviedo’.
También llegaron amigos y feligreses de Burgos y Palencia. Fue una ceremonia sencilla, que tuvo como momentos más emotivos las palabras del obispo saliente, Atilano Rodríguez, y del propio Berzosa. El primero quiso reivindicar que Ciudad Rodrigo, diócesis pequeña en población, “es grande en vitalidad espiritual, vocacional y apostólica”, y avanzó al nuevo obispo que “no se sentirá defraudado”.
Por su parte, Raúl Berzosa, ya como nuevo obispo, hizo de su homilía una oración de acción de gracias, que dirigió en primer lugar a los fieles civitatenses. Continuó con el nuncio, Renzo Fratini; con sus hermanos obispos –asistieron un total de 25–; su familia, entre la que estaba la Madre Verónica, fundadora de Iesu Communio; colaboradores, presbiterio, consagrados, asociaciones, movimientos, laicos…
Dejó para el final a las autoridades, a las que expresó su deseo de colaborar “desde la libertad religiosa y la laicidad positiva, en favor del bien común y del desarrollo integral de todos”. Pidió para todos, en un momento de crisis, que “podamos discernir los nuevos signos de los tiempos”, y recalcó su “decidido interés por el fomento de las vocaciones, por la defensa de la vida y por la formación cristiana en todas las edades”.
Propuestas
Finalmente, y en lo que podría ser un avance de ‘programa’ pastoral, insistió en la necesidad de seguir trabajando con los más necesitados, “sin asustarnos por los escasos recursos de que disponemos”. Será una prioridad “el diálogo sincero con el arte y las nuevas tecnologías de comunicación y creatividad” y, por ello, anunció “nuevas y realistas iniciativas” que se presentarán en los consejos diocesanos. “Ciudad Rodrigo, de tan bellos e históricos monumentos, no puede quedarse anclada solo en la nostalgia de un pasado”.
Concluyó con una oración de Martín Descalzo y pidiendo colaboración a los fieles. Fieles que le recibieron con los brazos abiertos y que le tuvieron cerca de una hora, tras la Eucaristía, estrechando manos, ofreciendo abrazos y regalando besos.
En el nº 2.750 de Vida Nueva.
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