Tarragona tendrá su propio Atrio de los Gentiles

El Arzobispado rehabilita el Seminario como un espacio cultural y de diálogo interreligioso

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | La apuesta por la Nueva Evangelización en la Archidiócesis de Tarragona tendrá similitudes con el llamado Atrio de los Gentiles. Al igual que el congreso vaticano celebrado recientemente en París, se buscará ofrecer “un proyecto de Tarragona para el mundo”, basado en “la mejora de la sociedad a través de la formación en valores humanos y contribuir así al progreso y a la paz”.

La concreción de tan ambiciosos objetivos tendrá lugar a partir de la reutilización del antiguo seminario –por falta de vocaciones, los seminaristas diocesanos se forman en Barcelona– como un Centro Cultural.

La primera fase de las obras concluirá en los próximos meses

Durante la presentación del proyecto en Madrid, ayer lunes 11 de abril, el arzobispo tarraconense, Jaume Pujol, explicó a Vida Nueva que el edificio se encontraba “casi abandonado”.

Ahora, con su reconversión (la conclusión de la primera fase de las obras está prevista para finales de este año), el Seminario lo seguirá siendo –“se han dejado 40 habitaciones para que, algún día, puedan ser utilizadas por seminaristas”–, pero también será muchas otras cosas. Entre ellas, “la sede del Instituto Superior de Ciencias Religiosas, con una cátedra especializada en estudios paleocristianos; una biblioteca con más de 120.000 volúmenes y varios incunables, abierta al público y a los investigadores por primera vez, o el centro de varias delegaciones diocesanas, como la de Juventud, Misiones, catequesis, Enseñanza y Biblia”.

Además, se organizarán “conciertos, exposiciones, conferencias, congresos… Incluso queremos contar con un área de formación ética profesional y empresarial, dirigida a directivos”.

Una apuesta por los alejados

El objetivo final, concluye, “es generar un espacio abierto y atractivo para todo el mundo. Por eso hemos apostado por instalaciones modernas y funcionales. Buscamos que la gente pueda venir a dar una vuelta al Seminario. Y que se puedan sentir atraídos por ese ambiente de formación y cultura”. De ese modo, piensa, “nos podemos dirigir a los alejados, uniendo lo cultural a lo pastoral, que es al fin y al cabo de lo que se trata”.

Las iniciativas de diálogo ecuménico e interreligioso también serán un referente en la renovadora apuesta tarraconense.

En el nº 2.750 de Vida Nueva.

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