Una Biblia popular une a creyentes y agnósticos

JORDI LLISTERRI. BARCELONA | La Biblia es la Palabra de Dios, pero tiene una dimensión cultural que trasciende lo religioso. Esta constatación impulsó a los promotores de una nueva edición de la Biblia a organizar una presentación polifónica del texto más editado de la historia. La respuesta fue que más de 800 personas solicitaron asistir a la presentación de la nueva Bíblia Catalana Interconfessional, el 30 de marzo en Barcelona.

Las seis principales editoras de textos bíblicos de Cataluña se han unido para publicar una Biblia popular: ilustrada, de calidad, a un precio asequible y con amplia distribución fuera de los circuitos del libro religioso. La ocasión justificaba un acto con un escenario compartido por cristianos de distintas denominaciones, creyentes y agnósticos. Entre ellos, el cardenal Martínez Sistach o el popular locutor Justo Molinero.

Periodistas, filósofos, sociólogos, escritores, artistas… intervinieron para defender la Biblia como un patrimonio cultural y religioso. “La Biblia conserva todas las emociones de la condición humana y es fundamental para nuestra comprensión”, dijo Rafael Argulloll, profesor de Humanidades y uno de los autores de la introducción de la nueva edición. El sociólogo Salvador Giner, desde su trayectoria personal influida por el budismo, afirmó que “no conozco un mensaje moralmente superior al de la bienaventuranzas del Evangelio de Mateo”.

A las quince intervenciones se sumaron treinta personalidades más a través de un vídeo que recogía su adhesión al acto. Cerró la presentación uno de los principales impulsores del proyecto, el decano de la Facultad de Teología de Cataluña, Armand Puig. “Quizás habíamos dejado de lado un libro que no habíamos conocido”, afirmó Puig para resaltar la necesidad de relanzar la difusión bíblica, a la vez que presentó la Biblia como un patrimonio común y “fuente constante de humanidad y de humanización”.

En el nº 2.749 de Vida Nueva

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